Cartas de amor a las madres

Hoy celebramos el Día de las Madres, mujeres maravillosas que tuvieron la paciencia y el ánimo de llevarnos en sus entrañas durante nueve largos meses, aunque la espera, a veces, fue intensa, la recompensa de tener en sus brazos al fruto de su amor, vale todos los sacrificios, previos y posteriores, porque criar a un hijo para una vida útil y productiva, es una tarea muy difícil.

Cuando nos referimos a las madres, no lo hacemos solamente pensando en las madres biológicas, que son fundamentales, claro, son el origen, el recipiente tibio en el que nos formamos, sino también a todas esas mujeres, abuelas, tías, madrinas, nanas, quienes, con mucho amor, y por cualquier razón impuesta por el destino, se responsabilizan de los hijos de otras, y les ofrecen los cuidados y la guía necesarias para crecer.

Varios lectores escribieron sus cartas a las madres expresando sus sentimientos, y quisimos hacerlas conocer.

Hola Mamí

Hoy que estoy tan lejos de ti, me siento solo. Ahora valoro más tu dulce compañía, esa que llenaba todos los espacios, esa que me daba confianza y protección. Te quiero mamí, hasta el infinito y le pido a Dios todas las noches, rezando, como me ensañaste, que la pesadilla en nuestro país, acabe pronto, para volver abrazarte , sentir tu suave perfume a jazmín y caminar contigo de la mano por los lugares que recorrimos juntos en mi infancia.

Soy una buena persona, con los valores morales que me inculcaron tú y papá, pero necesito estar cerca de ti, el destierro duele, y mucho. Mañana será otro día con lluvia o con sol, pero para mí tu recuerdo está presente siempre, siempre, en todas las estaciones y con todos los climas.

Francisco José.N.Y

Querida Mamá:

Ante todo, necesito agradecerte por todo lo que me enseñaste. Reconozco, ahora, que soy madre también, lo importante que es dedicarles a los hijos tiempo de calidad, como lo hiciste tú. Esa paciencia infinita para sentarte conmigo a estudiar ¿te acuerdas mi dificultad para aprenderme los números romanos ,I,II,III,IV, V,pero tú, la reina de la estoicismo , siempre con una sonrisa, me decías, ¡vamos, repite, pronto lo lograrás!

Soy una mujer fuerte, con buena autoestima, cono valores y amo a mis hijos, gracias a ti.

Dulce María. Santiago de Chile.

Qué tal te va, mamá

Usted me trajo al mundo, pero no sé por qué motivos me abandonó a mi suerte. Mi abuela, se hizo cargo de mí, pero crecí teniendo rabia porque no comprendía las razones por las cuales una mujer, renuncia a su maternidad. Muchas noches lloraba en silencio, te imaginaba, te añoraba, y aun sin conocerte, te extrañaba.

Ya soy adulto, y ahora empiezo a perdonarte, antes, de  niño y adolescente sentía rencor en mi corazón. Qué extraño, pero sé que si en este momento te viera, frente a mí, correría a tus brazos para sentir tu olor de madre, y permanecer junto ti, olvidando el pasado y volviendo a nacer.

Donde quiera que te encuentres que Dios te bendiga.

Frank. Caracas.

Hola Tata

Tata es el nombre cariñoso con el que te bautizaron tus nietos, esos mis hijos que con tanta devoción me ayudaste a criar. Tata,  en este Día de las Madres, estás con nosotros,  pero tristemente, acostada en una cama, sin poderte comunicar, solamente lágrimas salen de tus ojos y escuchamos el sonido gutural con el que intentas hablar. Hace un año, un ACV, trastocó nuestras vidas. Tú, una mujer hermosa, de temple, ama de casa ejemplar, exquisita cocinera de platillos deliciosos,guardiana de jardines y animales, quedaste  reducida a la sombra de lo que antes fuiste. Yo sufro con tu sufrimiento e intento de mil maneras mitigar esa angustia que sé que sientes.

Perdóname si algún día te fallé, pero ahora, tengo la oportunidad de resarcir mis errores, cuidándote con esmero para que este trance sea lo más llevadero posible. Quiero que cuando llegue la hora  de la liberación de tu cuerpo enfermo, hayas sentido todo el amor que albergo y albergaré por ti.

Clarita. Maracaibo.

Mamí:

Hace ya mucho tiempo que te fuiste para siempre de nuestro lado. Con absoluta serenidad y una sonrisa en tus labios, diste el salto hacia el cielo, feliz porque te ibas a reunir con tu amado esposo, mi padre, que se te adelantó en el viaje, un mes. A ustedes, ni la muerte los separó. Un amor así de sublime no puede terminar. Fueron sesenta años, toda una vida.

Mamí, todavía te extraño y te recuerdo siempre, mi Colombina hermosa. Tú voz melodiosa para cantar y arrullar .Tus piernas, ágiles para bailar tango y correr de un lado al otro atendiendo tu hogar. Tus manos suavecitas que acariciaban  con ternura, pomada  mágica, para quitar las penas del cuerpo y del alma.

Pasarán los años y mientras yo viva, te recordaré, mi Colombina  “niña gentil y caprichosa…”como dice tu canción.

Arinda Engelke.Mérida.

Hijos, hijas, no hay un día para celebrar a las madres, los días son todos para honrarlas y demostrarles con cada latido de nuestro corazón cuán importantes son en nuestra vida,

Comunicación continua les desea amor, paz y bendiciones.