China: “La conquista silenciosa del mundo”

En la actualidad, uno de los fenómenos geopolíticos que ha causado mayor impacto a nivel global, es el ascenso de China como potencia en disputa por la supremacía económica con los Estados Unidos de América. Si bien es cierto, que desde el final de la segunda guerra mundial (1945), EEUU se consolidó como la principal potencia del orbe

Sin embargo, tras la entrada de China en la Organización Mundial del Comercio (OMC) en el 2001, se generó una apertura el gigante asiático al comercio internacional. El ingreso sino a los organismos multilaterales que rigen la economía global, forman parte de la estrategia de apertura económica iniciada por Deng Xiaoping (1978).

Por tal motivo, desde el Centro Belfer de la Universidad de Harvard, el reconocido analista internacional, Graham Allison, ha estudiado desde el 2015, la posibilidad de que se genere una confrontación directa entre los Estados Unidos y China, por el dominio de los mares en el océano Pacífico.

Alison (2017) explica este problema geopolítico con la teoría denominada la “trampa de Tucídides”. El analista fundamenta su enfoque en el dilema del prisionero, basado en la tradición realista de las relaciones internacionales. En esta perspectiva, el historiador ateniense en el I Libro de la “Historia de la Guerra del Peloponeso”, planteaba el dilema de la inevitabilidad de la guerra, cuando se generaba la desconfianza mutua en un contexto de competencia entre potencia en acenso con una imperante.

Por consiguiente, la China milenaria siempre ha mostrado una política exterior pragmática, en función del respeto del principio de autodeterminación de los pueblos. Sin embargo, como el extremo Oriente, se encuentran las emergentes, y se localizan territorios que históricamente han sido considerados parte integral de la China Continental. Por esta razón, en el escenario geoestratégico internacional, hay que mirar con detenimiento las disputas por la soberanía del mar Meridional y los problemas geopolíticos que pueden ocasionarse por el dominio de esos espacios marítimos.

En la actualidad, China considera que el mar Meridional, ubicado en el océano Pacífico, es su zona natural de influencia. Para expandir el control de los espacios marítimos, el gobierno chino ha implementado la estrategia de construir islas artifíciales para ampliar su influencia dentro de este escenario. De tal manera, el posicionamiento chino frente al mar meridional, le ocasiona divergencias con los países ribereños: japón. Filipinas, Brunéi, Taiwán, Indonesia, Vietnam, Corea del Sur.

Las escaramuzas por el dominio de la zona, en el futuro puede derivar en un conflicto internacional, no solo con los países vecinos de China, sino con la principal potencia global. Los Estados Unidos de América, siempre han considerado las aguas del Pacífico, como su área natural de influencia. En este sentido, para el gobierno estadounidense, el mar Meridional es una zona de libre navegación internacional, en contraposición a los planteamientos del China, quien lo reclama como un mar interior. Estas divergencias geopolíticas, pueden considerarse un foco de preocupación para la comunidad internacional, porque pudiera escalar en un conflicto mayor.

También hay que resaltar, que, dentro de la estrategia de expansión de la influencia de China en el mundo, el gobierno chino diseñó la política del “sueño chino”. La cual se basa en el reforzamiento del capitalismo chino, es decir: “Socialismo con características chinas”. Por tal motivo, la exportación del modelo chino, se ha denotado en su constante crecimiento económico y el aumento de su influencia en el mundo, por la vía de grandes proyectos de inversión a nivel global. Como parte de esta política, el gobierno de Xi Jinping emprendió el megaproyecto de la “nueva ruta de la seda”, para expandir la influencia china, con la construcción de puertos marítimos, carreteras y oleoductos, que puedan unir a China con zonas de Asía Central, Europa y África.

Sin duda alguna, a pesar de tener un gobierno autoritario, con una dictadura de partido único, en los últimos tiempos, sobre todo tras la llegada de la COVID-19, los chinos le han mostrado al sistema internacional que sus alcances como potencia global, van más a allá de ser “la fábrica del mundo”. En la actualidad, China ha demostrado que se encuentra en la cima de la innovación, con los avances de su sistema educativo (Resultados del Informe PISA 2022). Igualmente, se le reconoce como el principal exportador de insumos médicos a nivel global. El país del Lejano Oriente, ha alcanzado un impacto a nivel tecnológico y está a la vanguardia en el uso de la inteligencia artificial (IA).

Dra. Claudia Santiago

Ciencias Organizacionales, FACES, ULA.

07-07-2024