Coalición Anticorrupción: La sociedad venezolana necesita reforzar los valores para contar con ciudadanos íntegros

La palabra “integridad” implica rectitud, bondad, honradez, alguien en quien se puede confiar. Cuando una persona es íntegra, todos pueden confiar en ella, y eso se aplica en cualquier ámbito donde la persona se desarrolle socialmente, en la escuela, el trabajo o en la oficina.

Cuando vemos que una persona siempre es clara en lo que hace y dice, comprometida con lo que le encomiendan, honrada y recta, estamos ante la presencia de una persona íntegra. Ser honesto contribuye a la confianza entre las personas.

También podemos actuar íntegramente cuando ocupamos un cargo en la administración pública, porque la integridad pública se refiere a las instituciones del Estado cuando son manejadas por funcionarios honestos y leales a los principios democráticos. Los empleados públicos deben ser personas de reconocida trayectoria moral y profesional, que se asuman como servidores públicos.

Es fundamental que las propias instituciones favorezcan las condiciones y estimulen en sus miembros las virtudes propias de la integridad (verdad, sinceridad, prudencia, claridad, compromiso y autenticidad).

Por eso, es importante que las responsabilidades de cada trabajador estén bien definidas, que exista transparencia y rendición de cuentas. También es deseable que existan canales de denuncia para las víctimas o testigos de situaciones de deshonestidad y corrupción.

La transparencia es vista como la obligación del Estado de entregar al público toda la información sobre sus actuaciones y facilitar el derecho de los ciudadanos y ciudadanas a procesarla y cuestionarla. Por lo tanto, es una condición indispensable para la rendición de cuentas.

Así, la integridad pública se basa en conductas honestas y en el respeto al interés común. La transparencia permite conocer todo lo que ocurre en una organización. Por tanto, a mayor transparencia menor corrupción. Nota de prensa Coalición Anticorrupción Mérida.

24-04-2022