comunicArte: Pierre Boulez, «El Caballero blanco »

El 2016 ha sido un año de grandes pérdidas en el mundo musical y artístico, desde el fallecimiento del francés Pierre Boulez, pasando por la desaparición brutal de la leyenda mexicana Juan Gabriel, hasta la tragedia del avión ruso que cayó en el mar negro en la mañana del 25 de diciembre, al diezmar más de 65 miembros del famoso coro de voces oscuros del ejercito rojo (ruso), uno de los más prestigiosos del mundo; una catástrofe que recuerda con emoción lo que ocurrió el 3 de septiembre 1976 con el Orfeón Universitario de la Universidad Central de Venezuela.

Pierre Boulez, compositor, director de orquesta, pedagogo, ensayista y polemista sulfuroso, falleció el 5 de enero, apenas dos meses antes de cumplir 91 años. Con su muerte, desaparece una de las personalidades mayores de la cultura del siglo XX, el último vanguardista de dicho siglo, un miembro de esta generación excepcional de Darmstadt (ciudad alemana donde se reunieron los jóvenes lobos de la creación contemporánea) que, al salir de la II guerra mundial, quería explorar un nuevo universo sonoro.

Más que todo, Boulez encarna el genio de la inteligencia humana. Fulgurante, más viva que la velocidad de la luz, de una precisión y de un rigor absoluto, la inteligencia de Boulez se dedica a servir el Arte en toda su pureza, a cumplir una misión de creador excepcional, a crear un nuevo lenguaje musical; un idioma universal que rompe la vocación que tuvo la música clásica hasta el final del siglo XIX, es decir, expresar “las pasiones del alma”, según la expresión del filósofo francés Descartes. En el siglo XVII, los compositores habían codificado un catálogo de figuras retóricas correspondientes a las diferentes emociones psicológicas. Pero, al final del siglo XIX, después de una efusión exacerbada de sentimentalidad, la ciencia apareció en primer plano. La vocación cambio, gracias a algunos compositores revolucionarios como el ruso Stravinsky, que afirmó que “la música, por su esencia, es impotente de expresar cualquier cosa, un sentimiento, una actitud, un estado psicológico, la naturaleza…” (Stravinsky/Crónicas de mi vida).

Rápidamente, un viento de abstracción inundó las diferentes disciplinas artísticas, no solamente en la pintura y la música, sino también en la literatura, la poesía. Las recientes revelaciones del doctor Freud sobre la riqueza de la inconsciencia favorecieron el deseo de los artistas de no describir más el mundo real de los objetos, sino del espíritu, del inconsciente que se abandona…

Al salir de la II guerra mundial, de la barbarie y negación de la humanidad, Boulez, “el Caballero blanco” (según la expresión de su hermana) concibió un lenguaje que rechazaba la historia y la tradición de los antiguos lenguajes, pero que apareció como un grito de libertad. “La música de Boulez ya no es el producto de un hombre, pero el producto del Hombre, del ser humano, del patrimonio de la humanidad, inspirada por un imaginario colectivo” (Michel Tabachnik/ De la musique avant toute chose)

Para difundir su música y la de sus jóvenes colegas, Boulez se lanzó a la dirección de orquesta. Esta joven fiera, ardiente y ávido de todo para servir su causa y la de la música contemporánea, se revelo rápidamente genial, gracias especialmente a su oído fuera de lo común, infalible, intransigente, que dejó pasmado a todos los músicos del mundo hasta a sus propios colegas directores, como por ejemplo el director actual de la Filarmonía de Berlín, Sir Simón Rattle. Si la música de Boulez ha podido perturbar, crear polémicas y dejar indiferente, él se ganó un respeto unánime en el mundo musical como director, gracias a su carisma, su convicción soberana, su rigor sin concesión. Boulez irradiaba una autoridad absoluta. Imposible de contradecirlo.

El siglo XXI, que se anuncia tan frágil en todas partes del mundo, decidirá el sitio de Boulez en la historia de la música. Sin embargo, ya su personalidad pertenece a los grandes pensadores de un siglo que puede ser comparado a los del XV y XVI, que conocieron la revolución artística denominada el Renacimiento. Los artistas del Renacimiento, tanto en la pintura como en la escultura, la arquitectura, abrieron nuevas perspectivas, en ruptura con las de los tiempos medievales. La revolución del siglo moderno, impulsada por artistas innovadores excepcionales como Picasso, Kandinsky, Stravinsky, Schönberg y gracias a la evolución prodigiosa de la ciencia, de la tecnología, se ha encontrado con personalidades únicas como Boulez, unos maestros que rechazaron las reglas transmitidas y escudriñaron el universo, el cosmos, los límites auditivos del ser humano, buscando siempre de dónde venimos y hasta donde andamos…

A continuación, les dejo algunos videos para descubrir a este maestro que tenía una sensibilidad a flor de piel (incluso cierta sentimentalidad secreta), una discreción y pudor tan francés…

Hasta luego!

Christophe Talmont

Director Musical

Orquesta Sinfónica de la Universidad de Los Andes

Pierre Boulez: Le soleil des eaux :

https://youtu.be/HhcZM7cFy_c