Por: Bernardo Moncada Cárdenas…
«La única manera de lidiar con este mundo sin libertad es volverte tan absolutamente libre que tu mera existencia sea un acto de rebelión.» Albert Camus
¿Cuántas interesantes iniciativas no fueron suspendidas o interrumpidas por el influjo de la marejada antipolítica que se enseñoreó de Venezuela? ¿Y cuántas colapsaron definitivamente por la subsiguiente e inesperada situación del virus que sometió al mundo en paralizante pandemia? Una oscura parálisis bloqueó a toda la nación, aparentemente dando una estocada definitiva en toda posibilidad de revitalización.
El reflujo a tal marea de negatividad, que agrava la crisis política y socio económica, se evidencia en brotes de deseos e iniciativa que pugnan voluntariosas por superar la inercia de la pandemia superando, de paso, las trabas que intenta imponer el poder y la catastrofista estrategia (en la que la hegemonía y muchos de la llamada oposición han coincidido) de acentuar la crisis y no actuar contra el empobrecimiento del pueblo. Ésta, supuestamente -dice un bando- garantiza la inercia entumecida que desanima toda rebelión, mientras que -dice el otro bando- agudizar la pobreza supuestamente espolea al pueblo para una revuelta que provoque el cambio de gobierno.
Ser testigos de la reanudación de los Simposios de Estética que, aunados a la Bienal de Arte, había sostenido con éxito la Universidad, es un privilegio de proporciones históricas. Trascendiendo internacionalmente por la organización y el alto nivel de ponentes y participantes, el Simposio de Estética de Mérida conserva su potencial con mayor brío del esperado.
Nuevos protagonistas se suman a los ya veteranos que quedan de los organizadores originales, y el evento se ve no solamente vivo, sino enriquecido con la nueva gama de muestras y espectáculos todos vinculados con la Bienal, de modo que demuestra el valor de la persona frente al poder, cuando se une en fraterna comunión de objetivo, generando, creando, instalando, y convocando. Como resultado, ponentes del más alto calibre, por vía presencial o virtual, aceptaron la invitación, y expositores de varia procedencia, en nuevas temáticas y géneros artísticos, han garantizado la calidad de las muestras.
“En vez de a-pesar-de, digamos precisamente-por”. Hemos escuchado esta desafiante manera de abrirse a la realidad, con sus dificultades que no faltan, en la sabia palabra del inteligente obispo emérito que es Monseñor Ovidio Pérez Morales. La situación llama a actuar y apoyar, precisamente por las dificultades. No nos dejemos, pues, invadir por el pesimismo y la desconfianza. Justamente-por las necesidades que sufre Venezuela, y la necesidad de cambiar la situación, necesitamos proposiciones tan enérgicas como ésta. Auguremos a esta soberbia iniciativa el mayor éxito, y que El Retorno de las Cosas resulte en la recuperación definitiva de tal evento para el futuro.
23 noviembre 2022 – bmcard7@gmail.com
