Con fundamento: La amistad inagotable

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Tienen bastante valor para decir que «La existencia humana es una amistad inagotable». Mirando alrededor, todo sugiere lo contrario. ¿Amistad? ¡“Enemistad” se podría decir! Sobre el frente ucraniano todavía se combate, en Pakistán, destruyen iglesias y viviendas cristianas con la acostumbrada excusa de la blasfemia, en Irak expropian las propiedades de los católicos y obligan al Patriarca Sako a huir a Erbil, en Nigeria está la habitual, perenne matanza a golpes de machete. Emanuele Boffi. Revista TEMPI 19.08.2023

Décadas atrás tuve la oportunidad de asistir, por primera vez, a un evento titulado Meeting per l’amicizia fra i popoli, en Rímini, conocido resort italiano sobre el Adriático. Este encuentro internacional es montado cada verano por una Asociación privada de amigos pertenecientes al Movimiento de Comunión y Liberación. Es una libre colectividad unida mundialmente en la fe católica, siguiendo el Evangelio con el carisma del sacerdote lombardo Luigi Giussani (1923-2005).

Poco antes, la humanidad estupefacta había visto caer el Muro de Berlín y avecinarse el fin de la Unión Soviética. A ello, en parte, atribuí la sorprendente atmósfera que allí compartieron más de setecientos mil visitantes durante los cinco días de su duración: empero, era innegable la unidad y gratuidad que la fe inspiraba en los cientos de jóvenes voluntarios que construyeron y activaron ese gigantesco y heterogéneo acontecimiento, contagiando a visitantes y oradores.

Obviamente, una vez experimentado algo así, no regresas intacto a tu país. El impulso que me llevó a aceptar la invitación fructificó en un camino, una visión, que ha moldeado la vida desde entonces.

Ya la confidencia pudiera terminar el escrito, pero se trata de algo más, siempre relacionado con lo narrado.

Este año, por cuadragésima cuarta vez, tiene lugar el Meeting. Y ahora lleva como denominación «l’esistenza umana è un’amicizia inesauribile», frase de don Giussani que puede traducirse como “La existencia humana es una amistad inagotable”.

Siguiendo el comentario de Boffi arriba citado, tal expresión parecería irónica en un mundo donde lo que se ventila en redes sociales y medios de comunicación es la contraposición desconsiderada, cuando no abiertamente violenta, entre nosotros, la voracidad egoísta del “quítate tú”, la división y aislamiento, aún en el seno familiar, o la saña homicida que exhiben decenas de noticias cuya divulgación horroriza

Basta, sin embargo, trasponer el acceso a los vastos pabellones del recinto ferial riminés, para sumergirse en un enorme júbilo común, un empuje contagioso, una búsqueda de verdad y felicidad manifiesta en rostros de toda proveniencia, modo de pensar, nación, o edad.

Entre los pabellones encuentras desde el presidente de Italia hasta el más humilde inmigrante africano, desde el rector de una universidad budista con su séquito hasta el Cardenal Zuppi, presidente de la Conferencia Episcopal Italiana; rusos, asiáticos, y venezolanos como Su Eminencia nuestro Cardenal Baltazar Porras Cardozo, entusiasta presentador de la exposición José Gregorio Hernández, el médico de los pobres, montada por todo lo alto, protagonista del encuentro público CUANDO PAZ Y UNIDAD SON POSIBLES: EL TESTIMONIO DEL BEATO JOSÉ GREGORIO HERNÁNDEZ.

En efecto, sólo una amistad como la que surge de esta conciencia de un sentido y un destino compartidos, experimentada como modalidad esencial de la vida misma, pueden producir una semana como ésta, que lleva en sí la esperanza de dilatarse en los centenares de miles que la comparten, independientemente de credos o ideologías.

Pues, como reza el comunicado que lanzó la edición de este año, la amistad «No se trata de un privilegio sino de un don que lleva a compartir, que trata de encontrarse con el otro en sus necesidades y expectativas más profundas, que genera relaciones y lugares donde cada “yo” se siente ligado al “yo” de los demás, de tal modo que emerge un “nosotros” sólidamente anclado en la conciencia de cada uno. […] y su dilatación, podríamos decir que, en círculos concéntricos, a lo largo de las sociedades de las distintas épocas hasta hoy, ha generado y genera obras, iniciativas culturales y sociales, movimientos orientados al bien común.» La amistad, en efecto,  no es un lujo ni un pasatiempo, es condición indispensable para nuestra vitalidad y nuestro crecimiento.

Si algo así ha sido factible por cuarenta y cuatro largos años, nacido precisamente de la iniciativa de un grupo de amigos, considero deber de amigo difundir su existencia como la de una pertinaz flor de esperanza que persiste en darnos su aroma perdurable cada año, CUANDO PAZ Y UNIDAD SON POSIBLES.

23-08-2023