Con-Texto: Las ciudades son los nuevos países

Este 31 de octubre se conmemoró el Día Mundial de las Ciudades, y es imposible no reflexionar sobre el papel crucial que están tomando en el desarrollo y el bienestar de sus habitantes. Vivimos en una era en la que las ciudades se han convertido en los nuevos países, con responsabilidades que trascienden sus límites territoriales. Esta idea —la ciudad como un ente autónomo y una plataforma de desarrollo— nos invita a repensar su rol en nuestro país y en la sociedad global, especialmente en tiempos de crisis y adversidad.

La lucha por la autonomía y contra la centralización en un contexto complejo

En Venezuela, nuestras ciudades enfrentan desafíos profundos debido a la crisis política y económica. Para ciudades como Mérida, la centralización excesiva del poder no solo limita sus recursos, sino que también reduce su capacidad para responder a las necesidades de sus ciudadanos. Esta centralización ha sido uno de los mayores obstáculos para el crecimiento de sectores con gran potencial, como el turismo, la cultura y el emprendimiento. Hoy, más que nunca, cuando la respuesta del gobierno central no siempre llega, se vuelve urgente descentralizar y dar a las ciudades la autonomía necesaria para liderar su propio desarrollo.

Frente a la crisis democrática que atraviesa el país, la participación ciudadana y la toma de decisiones en el ámbito local adquieren un peso especial. En las ciudades, donde los ciudadanos están más cerca de sus líderes y de los problemas de su entorno, la democracia puede revitalizarse y generar un impacto directo. La descentralización no solo fortalece la gestión local, sino que permite a los ciudadanos involucrarse de manera concreta en su futuro, haciendo de cada acción local un acto de compromiso democrático.

Innovación y sostenibilidad, un camino hacia el desarrollo en tiempos adversos

Ciudades de todo el mundo están explorando modelos de sostenibilidad e innovación para enfrentar problemas complejos. Mérida puede y debe seguir este camino, incluso en medio de las dificultades. Su entorno natural y su capital humano brindan una base sólida para un desarrollo sostenible que resulta, no solo necesario, sino urgente. Aun en un contexto de crisis, podemos promover políticas de movilidad sustentable y una economía verde que atiendan la realidad ambiental y generen espacios de oportunidad. Estas acciones reflejan una resiliencia inherente a nuestra ciudad, que puede ser un motor económico y un referente de inclusión.

Nuestra región representa mucho más que una comunidad; hoy es un símbolo de resiliencia y oportunidad. La digitalización, la economía circular y el impulso a sectores clave como la educación y la cultura son esenciales para construir un espacio donde cada ciudadano pueda sentirse partícipe del cambio. Las experiencias de otras ciudades demuestran que, con políticas innovadoras y liderazgos locales comprometidos, es posible construir un modelo urbano que, aunque modesto, tenga un impacto profundo en la vida de sus habitantes. En este contexto, la descentralización no es solo una estrategia de gobierno, sino la posibilidad de avanzar hacia un futuro donde cada ciudadano sea un agente activo en la mejora de su entorno.

Ser un símbolo de esperanza y de futuro

Este Día Mundial de las Ciudades nos ha recordado que Mérida no es solo una ciudad; es un espacio lleno de oportunidades y un emblema de resiliencia que sigue adelante, aun en circunstancias adversas. Mientras nuestras ciudades logren tomar decisiones independientes y se fortalezcan como focos de innovación y sostenibilidad, estaremos más cerca de donde debemos estar. Porque aunque el rumbo nacional se trace desde el centro, hoy, más que nunca, son las ciudades como la nuestra las que abren nuevos horizontes. Que este sea el camino que inspire a todos a ser agentes de cambio, en cada calle, en cada barrio y en cada comunidad.

Guido Mercado

03-11-2024