Dip Zambrano: «Volveremos a la AN cuando convoquen a sesión plenaria»

Si abandonamos el diálogo se impone la violencia

El Jefe de la Fracción Parlamentaria de Acción Democrática en la Asamblea Nacional, Edgar Zambrano, sostuvo que el regreso al parlamento de los diputados de la MUD depende de la convocatoria a una nueva sesión por parte de la Junta Directiva.

“Las sesiones de trabajo realizadas con la bancada del PSUV están orientadas a la convocatoria de sesiones dentro del marco de garantías establecidas para su funcionamiento, lo que implica la seguridad de los integrantes de la plenaria, el equilibrio en el debate del día a día con la respectiva valoración de las propuestas que nacen del seno de la bancada de la Unidad, así como el respeto y cumplimiento del artículo 40 del Reglamento Interior y de Debates, referido a la integración de las Comisiones Permanentes”, explicó Zambrano, quien recordó que luego de los lamentables sucesos del martes 30 de abril no ha habido nueva convocatoria a Sesión Ordinaria.

“Reiteradamente hemos manifestado nuestra firme disposición de participar en las distintas actividades del parlamento nacional activando respeto por la Constitución, Reglamento Interior y de Debates, reconocimiento del otro, en un cuerpo de iguales producto de un proceso comicial en el cual los electores direccionan un mandato claro y específico, fundado en el ejercicio cívico, pacífico y democrático como norma superior de ese estado constitucional”, apuntó el diputado por el estado Lara quien de esta forma reitera que está en manos de la Directiva de la AN la participación de los diputados de la Unidad.

“Todo esto corresponde a los planteamientos emanados del Comando Simón Bolívar y la Mesa de Unidad Democrática, en plena correspondencia con el petitorio de más del 80 por ciento de los venezolanos que claman por la paz, pide el diálogo y lo estimula a través de diversos canales de expresión”, dijo, a la vez de insistir en que la Asamblea Nacional no se puede convertir en una diatriba improductiva, sin capítulos de “ganar ganar” para la diversidad y pluralidad que allí hace vida.

Reiteró su condena hacia los hechos acaecidos los días 16 y 30 de abril en el hemiciclo de sesiones, asegurando que desdibujan el deber ser de un poder del Estado destinado al proceso de formación de las leyes como garantía de la seguridad jurídica necesaria en el ámbito del respeto a los derechos inherentes a toda actividad regida por el imperio de la ley, en la observación permanente de la contraloría, supervisión y fiscalización de los entes públicos, para darle transparencia, pulcritud a la función burocrática que inhiban los actos de corrupción y malversación de los recursos el Estado.

“También un parlamento debe estimular el debate político en la confrontación de las ideas en el contexto democrático, controvirtiendo propuestas, proyectos y leyes que tengan como fin último una visión integral de los puntos de vista encontrados para beneficio del país”, apuntó.

Esta realidad que integra el escenario político nacional, obliga a la insistencia del Jefe de la Fracción de AD en la concreción eficiente del diálogo nacional, “no realizado por cuentagotas con sectores del país dentro de la estrategia de ignorar a los actores políticos nacionales en el del concepto de no reconocerlos como parte de una política que pretende dividir a los sectores que respaldan la propuesta de la alternativa democrática”.

Explicó que el diálogo necesario debe producirse sin maniqueísmos, apartándose de lo que denominó espejismos de políticas nacidas en laboratorios desfasados de la realidad nacional “que pertenecen a criterios negados por la historia en los últimos tiempos que obligatoriamente dan paso a un nuevo tratamiento político, social y económico en los contextos de los nuevos tiempos”.

Insistió en que un verdadero diálogo no significa renuncia ni rendición de principios, menos aún ponerse de rodillas el uno frente al otro. Considera el también Vicepresidente del partido blanco que todos los actores puede administrar sus puntos de vista, posiciones ideológicas y político partidistas dentro de la cultura del diálogo que tiene como conclusión la primacía de base sólida para el crecimiento y desarrollo del país.

“La violencia no es la expresión racional de una sociedad política del siglo XXI, esta ha sido derrotada de manera sistemática por el mundo civilizado, y se ha dado paso a todos los componentes que establecen la resolución de conflictos para darle cauce a los momentos políticos en controversia. El manual recomienda controvertir en la mesa, dialogar en la mesa, hablar en la mesa, donde la palabra es el mejor árbitro para entendernos, sustituyendo los golpes y la ofensa”, dijo, reiterando que la ausencia de diálogo da paso a la violencia.