Ejemplo ciudadano que nada cuesta seguir

La otrora ciudad considerada como “la más limpia de Venezuela” es la más sucia, asquerosa e inmunda que puede existir en el país y disculpen los términos pero no cabe otra, ante la imagen que a diario se observa en ella, producto de la inconciencia de todos, nadie se escapa, cómplices de quienes, al parecer, les encanta convivir con la basura y los zamuros, exponiendo su salud.

En Mérida en lo que atañe a la recolección de los desechos domiciliarios, comerciales, escombros, las excusas sobran por parte de todos y en medio de ello, al menos, es un alivio, dentro de la intolerancia que se vive en la ciudad, el observar a un lugareño, barriendo la calle enfrente de su local comercial, depositando la basura en bolsa, a la espera, de que pase, algún día, el camión recolector, ejemplo ciudadano que nada cuesta seguir y ojalá, todos fuesen como él, la ciudad mostraría una imagen de pulcritud, que perdió hace largo tiempo.

Ojalá los merideños y los que no lo son, recuperen el sentido de pertenencia y cariño por esta ciudad, que les ha dado de todo, la defiendan de quienes  desde sus vehículos y a pié, tiran sus desperdicios en cualquier sitio de la ciudad, rincón, esquina, avenida, plaza, parques, los entes encargados de la recolección de la basura, se dejen de tantas excusas, sean más eficaces en el suministro de este servicio que bien se merece, una ciudad como la nuestra, “otro cantar sería” (Giovanni Cegarra, GC. CNP. 2229).