Con la creación de la Villa de Tovar el 19 de abril de 1850 se consolida el desmembramiento del Cantón de Bailadores creado 39 años antes.
El 31/10/1844 las autoridades y vecinos de la parroquia Bailadores (hoy Tovar) suscriben la solicitud de independizarse y que los constituyan en el Cantón “Bolívar” integrado por Guaraque y la parroquia. Las razones: 1) En lo político: 6000 habitantes de las cuales 600 son sufragantes y 100 electores, 2) En lo territorial y comercial: evidente superioridad y buenas vías de comunicación con Maracaibo y el llano que privilegian el comercio, 3) En lo económico: las rentas eran superiores a la Villa y suficientes para cubrir los gastos de los empleados cantonales, y 4) En lo laboral: la imposibilidad de cumplir con los “destinos concejiles”. El detonante fue la negativa a “…Viviana Yanes, Eustaquio Vivas y Silvestre Vera” para establecer un mercado en la Parroquia que a pesar de ello se estableció y tiene 189 años funcionando.
Esta solicitud por recomendación de la “comisión de peticiones de la diputación”, pasó el 18 de noviembre a la gobernación para su visto bueno y de inmediato el gobernador Don Juan de Dios Picón se pronunció negativamente el 21. El 30 la “comisión de informes” remite al presidente de la Diputación el informe sugiriéndole que eleve este expediente a la Cámara de Representantes del Congreso, recomendando: “…la traslación de la cabecera del Cantón Bayladores a la parroquia de este nombre…”
El 14/2/1845, el procurador del Cantón Bailaores se dirige a las honorables cámaras a fin de presentar su posición ante la propuesta de traslado de la cabecera del cantón a la parroquia: “Acaso la mencionada corporación provincial ha sido mal informada de los fundamentos que se tengan para solicitar esta medida de la legislatura, bien porque se hayan exagerado las razones, o bien porque intereses de partido se quisieran sobreponer a lo más justo y conveniente”, afirmando que: “Desde la creación de este Cantón, el lugar señalado para su cabecera fue esta Villa…”
En febrero de 1847 el gobernador de la Provincia y el Poder Ejecutivo opinan contrario a la solicitud de traslado hecha por la Diputación de Mérida, por “…carecer la Parroquia de edificios públicos adecuados para el servicio público, …y de estar tan cerca uno de otro pueblo…, que por otra parte tendería a desarrollar las animosidades de los vecinos…” y ordenan archivar el expediente. negando así la solicitud de la Diputación de Mérida, esto ocurrió el 8/2/1847. Por su parte, la Cámara de Representantes despliega para su primera discusión el 12 un proyecto de decreto que en su artículo 1, contempla: “Se traslada la cabezera del Cantón Bailadores a la parroquia de este nombre. Cambiándolo por el de Villa Tovar”, el 13 una vez aprobado en primera discusión lo informan al despacho de Interior y de justicia y el 19 convocan para la segunda discusión que se realizó el 20, pero el decreto no fue aprobado y quedó pendiente.
El asalto al Congreso del 24/1/1848 ocupó a los representantes de ambas cámaras en otros menesteres, el vil “asesinato al Congreso” tuvo entre sus principales protagonistas opositores de dicha afrenta al Dr. Pedro Juan Arellano Belandria nativo de la Villa de Bailadores y único senador presente por la Provincia de Mérida en tan bochornoso atentado. El Dr. Arellano milagrosamente salvo su vida escapándose por el techo y vistiéndose de arriero logró en noche a la Guaira, zarpando al amanecer del 25 en la goleta Lavinia antes que el gobierno dispusiera el cierre del Puerto. La goleta llegó a Coro el 27 y el 31 a Maracaibo. Luego paso por Trujillo y finalmente a Mérida donde la ciudad se sublevó en armas con la participación del obispo Bosset. El Dr. Pedro Juan huyo para salvar su vida y comunicar la noticia a las provincias del interior. De su puño y letra salió la primera protesta escrita que se conoce repudiando el hecho: ¡Dichoso yo que no voi á pisarla! Mientras atentado tan criminal no se castigue…”, palabras duras que nunca le perdonarían los Monagas y se constituyeron en argumentos definitorios para el traslado en 1850 de la capital del cantón y la creación de la Villa de Tovar.
El 28/2/1849 la comisión de peticiones del Congreso recibe nuevamente la solicitud de los vecinos para que sea elevada a “Villa Tovar” en homenaje al prócer Martín Tovar Ponte. El 27 de marzo le dan la tercera discusión al proyecto de Decreto y el 21 de abril la Cámara le da el curso constitucional. Diez meses más tarde, el 12/2/1850, aprobado por la Cámara de Representantes, el proyecto es admitido por el Senado y el 18 es sancionado en los mismos términos, con las dos discusiones previas del 8 y del 10, imperó la premura legislativa. El 19 va al Poder Ejecutivo, el 21 queda publicado en la Gaceta Oficial y el 27 el Presidente mediante oficio dirigido al Gobernador de Mérida fija el acto de traslación para el 19/4/1850. Exhortándolo al cumplimiento y que dicté las ordenes convenientes a fin que: “…dicho día queden trasladadas las autoridades y funcionarios a la nueva cabecera, así como también los archivos que hoy se encuentran en la villa de Bailadores…” Han transcurrido 173 desde que Bailadores pasó de ser cabeza de León a cola de ratón, sin funcionarios, sin archivos y a depender políticamente de la Villa de Tovar hasta 1859 cuando el Dr. Pedro Juan Arellano Belandría le devuelve la autonomía a Bailadores con todos los poderes mediante el restablecimiento de Villa Páez en honor al Centauro de los Llanos. De esta manera un nuevo amanecer fue posible en Tovar. Felicitaciones a todos los tovareños en el día de la creación de la Villa de Tovar el 19 de abril de 1850.
Néstor Abad Sánchez
La Abadía, 18 de abril del 2023
Totas estas notas han sido cuidadosamente tomadas del Archivo Histórico del Congreso de la Republica (AHCR). Cámara de Representantes. Actos legislativos, Tomo 219.