Los acertijos lógicos son “pasatiempos o juegos que consisten en hallar la solución de un enigma o encontrar el sentido oculto de una frase solo por vía de la intuición y el razonamiento, y no en virtud de la posesión de determinados conocimientos. El término también se utiliza para hacer mención a algo que es muy complicado o problemático”. Entonces si nos ponemos a analizar el llamado a la flexibilización 7 por 7 planteado hace dos semanas cuando la vicepresidente Ejecutiva de la República Bolivariana de Venezuela, Delcy Rodríguez, informó sobre lo que sería el nuevo esquema de la flexibilización de la cuarentena social, nacional y colectiva, muchas personas no lograron entender muy bien en qué consistiría el plan y cómo se controlaría la actuación de las personas al sentirse libres de confinamiento por 7 largos días con sus fines de semana incluidos.
La intención del oficialismo, en este caso, fue la de reactivar los sectores más importantes de la economía nacional. ¿De dónde salió el 7X7? Este nuevo método surgió según el oficialismo “por los resultados publicados por el Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC), junto a la Comisión de Salud, ya que la primera semana de cuarentena flexible fue favorable y la población se comportó de manera cívica y responsable”. No obstante…
El acertijo
19Tal vez si contáramos con la asesoría de un experto en acertijos, que los hay, podríamos comprender el asunto planteado por el gobierno, en el sentido de trabajar siete días seguidos, cómo si en nuestro país todos los servicios funcionaran a la perfección. Tuviéramos una economía estable, no hubiera inflación, los sueldos fueran en dólares y los empleos bien remunerados. El Sistema Eléctrico Nacional estuviera a punto. Nada de apagones, que dejan a las personas sin poder realizar sus labores. Hubiera gasolina a borbotones, para usarla en todo lo que se requiera. Las comunicaciones dieran la talla, tanto en telefonía fija, celular, internet, en fin. Nuestro sistema de salud estuviera fortalecido y supiéramos a ciencia cierta que si por azares del destino nos toca el coronavirus, la atención sería maravillosa porque los hospitales están muy bien dotados y el personal de salud adecuadamente protegido como debe ser. Pero lamentablemente a este acertijo muy complicado le faltan datos, y le sobran incógnitas muy difíciles de resolver.
Los siete días flexibles han sido una muestra de la única desobediencia civil que se ha constatado. Cada quien ha tomado la flexibilización y la cuarentena a discreción: haciendo intensas y abrumadoras colas para cargar gasolina. Gente mayor, adultos y hasta niños en las colas ante las entidades bancarias, comercios. Haciendo visitas y tertulias con los amigos…
Las avenidas y calles del país atestadas de personas que deambulan sin ton ni son, sin las mascarillas y tampoco guardando la distancia recomendada 2 metros por lo menos. En fin un desbarajuste ciudadano, matizado con controles policiales que rayan en el abuso y la falta de respeto a los transeúntes y automovilistas. Caos vehicular, desvíos de rutas, sin explicaciones. Por otra parte, se comprende la angustia de aquel que tiene que salir a “ganarse la vida” porque ya no puede cubrir ni siquiera sus necesidades básicas. Son pocos los incentivos para “quedarse en casa” y cuando hay hambre hay que salir a buscar cómo alimentarse.
A este acertijo le falta – tal vez – ponderación, porque el coronavirus, además de todo, es, existe, contagia, enferma y puede matar. La esperanza es que, a pesar de la falta de acatamiento a las medias anti COVID-19, no ocurra lo que muchos venezolanos conscientes creen: “esto del coronavirus va a explotar y muy feo”. Ojalá se equivoquen y logremos seguir conteniendo el avance del virus. Si no es el colectivo quien entra en razón, entonces le corresponde a cada uno velar por sus intereses de salud. Lo malo es que a veces se cumple el refrán “pagan justos por pecadores”.
Sí. La situación planteada por la presencia de las pandemias es inédita, sorpresiva, difícil de manejar para cualquier país del mundo, pero, el nuestro ya venía acusando una serie de circunstancias adversas, que actualmente se han intensificado.
Es hora de defenderse, de saber que el peligro de contagios no ha pasado y que su papel en la contención de la expansión del virus es de primer orden. Cuídese usted, cuide a sus niños, a su familia, a sus amigos, a su vecino.
Esperamos hallar la respuesta al acertijo “flexibilización 7X7” y salir airosos de este caos que tenemos por delante.
Redacción: C.C.