Por Andrés E. Mora M…
“La derecha apátrida, reconocida así en el mundo, ha pretendido sabotear el proceso educativo de este ciclo 2019-2020. Han invertido bastante billete y creen que con billete ya están listos, pero están bien pelaos porque aquí lo que hay es consciencia”, habría expresado el pasado lunes, 28/10, desde el salón Ayacucho del Palacio de Miraflores, con su cinismo inigualable, el usurpador quien, recurriendo al manido argumento del saboteo de la derecha apátrida, buscaba distraer la atención de la audiencia – ¡tapar el sol con un dedo, pues! – de lo que ha sido la desastrosa gestión del Socialismo del siglo XXI en el sector educativo, especialmente durante su (des)administración.
El día anterior, por esas cosas que suceden, una escena similar, no a lo de «escurrir el bulto» o evadir responsabilidades, ¡ahí el «coleado» en Miraflores no tiene parangón!, aunque, ciertamente, nadie le crea, sino en cuanto a la maniobra distractora en si misma – que resultó ser, por cierto, bastante más exitosa que la cansona verborrea de aquel – fue intentada también, aunque en el ámbito deportivo y a su manera, por las modelos Julie Rose y Lauren Summer con Gerry Cole, el abridor de los Astros de Houston en el quinto juego de la Serie Mundial, como víctima. El par de inquietas muchachas, impulsadas por el amor a su divisa, echaron mano de su creatividad e ingenio para distraer al enfocado pitcher rival, que había estado intraficable hasta ese momento, recurriendo a dos pares de poderosos argumentos que, como «Ases bajo la manga», habían tenido bien guardados. ¡El objetivo fue alcanzado! Lograron interrumpir abruptamente los movimientos de Cole en el montículo cuando se disponía a ejecutar un lanzamiento en el séptimo inning al hacerle coincidir con la visual de su mirada los pechos expuestos de ellas dos, quienes estratégicamente se habrían ubicado en la tribuna detrás del home. En ese episodio, conocido como «lucky seven» en el argot beisbolístico, los Nacionales le romperían el blanqueo al derecho de Houston. Como consecuencia de este sabotaje, indiscutible travesura de la juventud, ambas terminarían siendo sancionadas de por vida por la MLB al violar el código de conducta del aficionado.
El mismo día de la reseñada perorata, el lunes 28-O – con la que el susodicho perseguiría, además de distraer, desprestigiar ante la opinión pública, con sus rebuscadas mentiras, el exitoso paro de 48 horas que, acatado por más del 90%, fue convocado para el 22 y 23 de octubre por el sector educativo – las ocho federaciones de trabajadores de la educación en Venezuela discutieron un preacuerdo de 10 puntos para presentárselo al ministro de educación, Aristóbulo Istúriz, el miércoles 30-O. De acuerdo a lo reseñado por Efecto Cocuyo, los siguientes se encontraban entre los puntos incluidos: a) la eliminación del «factor de la Onapre», que le impide al trabajador ganar más del sueldo mínimo, ¡algo inaudito que solo es posible en socialismo!, b) el establecimiento de un «tabulador inter-escala» para asignar salarios a los docentes según su jerarquía, c) un seguro de vida que les permita cubrir gastos funerarios, d) el aumento del salario, e) el pago de diferencia entre el nuevo salario y las mensualidades desde el 2018, y f) el cese del acoso laboral a los profesores. Según Edgar Machado, presidente del Sindicato Venezolano de Maestros (Sinvema), “543 centros educativos diferentes en Caracas han denunciado presiones por parte de las autoridades de zonas educativas”.
Llegado el miércoles 30-O, las expectativas de los gremios se fueron diluyendo paulatinamente cuando la mañana transcurrió sin que Aristóbulo se presentara, embarcando a las ocho federaciones, las cuales habían desconvocado el paro de 72 horas por respeto a la reunión que habían acordado con él. Esta situación derivaría, entonces, en la etiqueta #AristóbuloEmbusteroParo72H que estuvo circulando en Twitter. Al menos, en la noche, sí se cumplió con la expectativa creada alrededor de «el bonito», el juego que decidiría la Serie Mundial. Por primera vez en la historia de este evento, el equipo «home club» no pudo ganar un sólo encuentro de los siete disputados, de tal manera que los Nacionales de Washington se convirtieron en el primer equipo campeón en perder tres juegos en casa y ganar sus cuatro desafíos como visitante. Además, ese triunfo significó el primer título de béisbol para una franquicia de la capital estadounidense desde 1924, cuando los Senadores se coronaron, y el primer conjunto en ganar su primera participación en Serie Mundial en 17 años.
Ahora bien, además del desinterés evidente que mostró el ministro por la grave problemática salarial que afecta a los docentes, hay otros asuntos, tan importantes como ese, que tanto él, como quien lo designó, se han hecho de la «vista gorda» durante mucho tiempo, entre ellos: 1) el Programa de Alimentación Escolar (PAE), de cuyo fracasó se ha venido hablando desde el 2016 y que al año siguiente quedó grabado para la posteridad por la denuncia de la vocero del liceo Benito Canónico de Guarenas: “Mis compañeros de clase se desmayan de hambre”. 2) Las deplorables condiciones en que se encuentra la infraestructura, con el 70% de las 25.466 escuelas presentando condiciones infrahumanas para los alumnos al comienzo del actual período de clases. 3) Más de 20.000 «docentes especiales» de entre 15 y 35 años de edad, del Plan Chamba Juvenil graduados en 12 semanas a través de la Micromisión Simón Rodríguez, ejerciendo como maestros ¡Aberración que sólo es posible en socialismo!
Si a aquellas dos jovencitas las sancionaron tan drásticamente por la falta ya comentada ¿Que sanciones merecerían el usurpador y su ministro de educación por ser los únicos responsables de sabotear y destruir el sistema educativo nacional? Ahí esos dos no pueden salir con aquello de que ¡«A lo hecho, pecho»!
Prof. Titular jubilado ULA – Cronista deportivo
aemora@gmail.com, @amoramarquez
