Por Andrés E. Mora M…
“¡Pol fin decidiste infolmal de mi plesencia en la patlia de Bolival! Estaba pleocupadísimo pol la taldanza. Un paisano – ¡Aquí hay chinos como aloz picado! – me había aleltado que algunas clínicas calaqueñas habían legistlado mi llegada a pesal de que tlaté de pasal desapelcibido”, comentario en forma de reclamo que con la tarde del viernes 13-M cayendo, le hizo a la veterana y perversa «Peste roja-rojita» – hablando un español entendible, francamente amigable, pero, eso sí, con el acento típico, y muy marcado, de los de la tierra de Mao – el altivo pero bisoño «Covid-19». El mismísimo responsable de que la actividad deportiva en el planeta sea ínfima y por quien los Juegos Olímpicos Tokio 2020 se encuentran en «pico e` zamuro». Aunque, el gobierno japonés – ante la imperiosa necesidad de realizarlos para equilibrar sus finanzas luego de recientes desastres naturales que afectaron al archipiélago – insista tercamente en que suspenderlos no sea una opción.
“Debo confesalte que dulante buena palte de los días plevios al anuncio oficial de mi alibo a tu país – que fuelon muchos, pol cielto – me sentí como Delcy Eloína en el Aelopuelto de Balajas, ¡Alechísimo! Polque nadie del légimen quelía decil que yo había tocado tiela venezolana”, le revelaría el novel coronavirus a su anfitriona tres días después, el lunes 16-M, para enseguida agregar: “Luego entendelía la estlategia detlás de todo eso cuando me pelcaté que mi plesunta estadía en Venezuela se utilizaba como excusa pala leplimil a cuanto médico, peliodista o ciudadano cualquiela que me nomblala. En donde cleo que te equivocaste, yéndote de bluces, fue dando los lepoltes de casos confilmados, veamos. Si en Italia me taldé tles semanas en llegal a 20 positivos y en Blasil casi dos. En Colombia 10 días pala registlal 34 casos y en Ecuadol 37 confilmados en 16 días ¿Cómo estadísticamente se puede explical el compoltamiento en la Lepública Bolivaliana con tleinta y tles positivos en tles días? ¡Las mentilas tienen patas coltas!”
Pasarían escasamente unos pocos días para que el joven oriundo de Wuhan y con «pedigree» de abolengo – no es poca cosa que el virus que lo genera, el SARS-Cov-2, además de ser el hermano menor de otros cuatro célebres coronavirus SARS-CoV (Asia, 2003), HCoV-NL63 (Países Bajos, 2004), HCoV-HKU-1 (Hong Kong, 2005) y MERS-CoV (Medio Oriente, 2012), sea, también, nieto de los memorables HCoV-229E y HCoV-OC43, virus descubiertos en los años 60 y responsables de la mayoría de los resfriados comunes – lograra entender exactamente la intención detrás de aquellas números caóticos, estadísticamente inentendibles. “Amiga loja-lojita eles maquiavélicamente blillante”, exclama con admiración el ahora confianzudo «Covid-19» dirigiendo su mirada, con sus ojos sesgados lo más abiertos posible, a la «Peste», quien de soslayo le devuelve la mirada con la satisfacción de sentirse sobrada.
“Habiendo destluido, con plemeditación y alevosía, el sistema de salud público venezolano y, pol lo tanto, la led hospitalalia asociada al mismo, evidenciando tu total desintelés pol la salud de la población al plovocal la Emelgencia Humanitalia Compleja que actualmente aqueja al país – de hecho, ni agua, mucho menos jabón, hay en la mayolía de los cualenta y seis hospitales que nomblaste como centlos pilotos en esta coyuntula – y, además, empeñado como estas en negal también la entlada de la ayuda humanitalia, se espelaba – como efectivamente oculió – que la detección templana fallala pelmitiéndome andal como «Pedlo pol su casa» lecoliendo esta helmosa nación. De tal manela que espelaste el momento pleciso pala dal a conocel los lepoltes y de inmediato – simulando lapidez en la toma de decisiones que en una situación de emelgencia como esta amelita – implemental las medidas de contención como la de distanciamiento social que implica la cualentena a nivel nacional. Con esa jugaleta, te saliste con la tuya, ¡Pol ahola! Polque pala el país tendlá un efecto devastadol”
“Mi estimado jovencito, ahora que veo que nos estamos entendiendo te voy a ser honesto, aunque como esa palabra pierde sentido en mis labios ya que la corrupción, después de 21 años, continúa siendo – ¡Y ahora más que nunca, teniendo al filón del Arco Minero del Orinoco bajo control! – mi mejor y más firme aliada, mejor usaré otra para darle la seriedad que esta conversación se merece. Te voy a ser clara, pues. Hablaré con toda franqueza”, dice la «Peste», confiando plenamente en «Covid-19».
“Todo se planificó al pelo – la fecha de tu supuesta llegada, los reportes, todo – para así tener la excusa perfecta de confinar a la ciudadanía en sus casas. Para desmovilizar las calles. Para acallar las protestas por la ausencia de combustible, gas, energía eléctrica, comida, medicinas, democracia, libertad, por la hiperinflación, etc. Para militarizar el país y continuar reprimiendo. Hasta para victimizarme y solicitarle US$ 5.000 millones al FMI, organismo que siempre he satanizado – ¡Hay que pedir, porque no se sabe cuando están por darle! – De tal manera que tu llegada, indeseada para el resto de la población, a tu interlocutora le «quedó como anillo al dedo» ¡Más oportuna, imposible! De hecho, tu visita la considero tan ilustre como la dispensada en su momento por figuras como Fidel Castro, Robert Mugabe, Sadam Hussein, Muamar el Gadafi, todos ellos insignes violadores de los derechos humanos, todos ellos homicidas como tú y como yo, y todos ellos, entonces, de acuerdo al sanguinolento criterio de quien te habla, merecedores de la réplica de la espada del Libertador. De la que serías merecedor tu también, de no ser porque Diosdado se auto-otorgó la última réplica que quedaba por ahí el 23-F, día del primer aniversario de la gesta heroica que comandó para evitar la entrada de ayuda humanitaria a Venezuela”, dice la «Peste» que para finalizar agrega “Camarada «Covid-19», esto es hablar ¡A calzón quitao!”
Prof. Titular jubilado ULA – Cronista deportivo
aemora@gmail.com, @amoramarquez
