Por Andrés E. Mora M…
Esta semana ha sido dolorosa, penosa, luctuosa para Venezuela. Una vez más las lluvias hacen estragos en el país. Una vez más los deslaves dejan una estela de muerte y destrucción a su paso. Una vez más el Estado demuestra su negligencia – esa falta de compromiso con la seguridad de sus ciudadanos, lo que se supone es uno de sus principales cometidos, al desentenderse de la prevención, elemento fundamental para minimizar pérdidas humanas – por su incapacidad de aprender de las lecciones dejadas por tragedias pasadas y desinterés en los estudios realizados.
“En el año 2010 se hizo evaluación de la zona de Tejerías donde se determinaba que todos los sectores que se encontraban cerca de la quebrada Los Patos se establecía un riesgo del 98.3 por ciento y era inminente un escenario con estas características”, tuiteaba la periodista Delvalle Canelón, @CanelonDelvalle, el 9O.
“Yo alerté hace 10 días en transmisión pública que tenía mucha preocupación por la forma como se estaban saturando los suelos de agua, se estaban saturando las montañas, y ordenamos revisar todas las montañas cercanas a las poblaciones”, dijo el usurpador en declaraciones transmitidas por VTV, durante una visita realizada el lunes 10O a Las Tejerías.
Sin embargo, a sabiendas que Las Tejerías está construida sobre un gran abanico aluvial rodeado de abruptas laderas – situación idéntica a la de Tanaguarena, urbanización devastada por la tragedia de Vargas de 1999, y de muchos otros asentamientos poblacionales a lo largo y ancho del territorio nacional – y a pesar de la alerta temprana dada por la mismísima naturaleza once días antes con el desbordamiento de la quebrada Los Patos, no se procedió a la evacuación preventiva de los sectores El Libertador y el barrio El Béisbol que habían sido afectados el 27S y de otros sectores aledaños. Es muy lamentable, también, que en los 12 años transcurridos de la evaluación referida arriba, no se hayan tomado las acciones necesarias para prevenir y mitigar los efectos de esta tragedia anunciada.
Y esa inacción gubernamental no es producto, precisamente, de la inexistencia de trabajos de investigación al respecto. De hecho, la ingeniero geólogo, egresada de la UCV, Luiraima Salazar, @lui_regresa, tuiteó el enlace de una publicación en donde se explica muy bien la forma de mitigar daños ocasionado por deslaves de este tipo, conocidos como flujos de detritos o aludes torrenciales: http://ve.scielo.org/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0798-40652005000400006
En dónde sí es proactivo el régimen es en aquello de imponer su verdad por sobre la realidad de lo sucedido. En esta oportunidad, la hegemonía comunicacional tuvo como aliado irrestricto a Remigio Ceballos – el flamante almirante en jefe y actual ministro del Poder Popular para Relaciones Interiores, Justicia y Paz – quien, sin ningún tipo de prurito, propio de la funesta unión cívico-militar, restringió el acceso de periodistas independientes a Las Tejerías, contraviniendo de manera flagrante las garantías para la libertad información, libertad de expresión y el derecho al acceso a la información pública, consagrados en los artículos 51,57, 58, 143 y 337 de la Constitución. Para no dejar dudas que la información la maneja el Estado, diría con un cinismo impúdico: “Actualmente hay plena libertad de información, aquí están los canales del Estado venezolano, todos tienen derecho a la información, es un derecho humano, y nosotros lo garantizamos”.
No es de extrañar, entonces, que al día siguiente de denunciar, por las redes sociales, restricciones al acceso de la ayuda humanitaria, matraqueo de organismos de seguridad del Estado, comunidades aisladas, entre otras cosas, Isaac Castillo, vecino de Las Tejerías, agradeciera la ayuda de las autoridades gubernamentales en un video difundido por el comandante estratégico operacional, Domingo Hernández Lárez.
La hegemonía comunicacional abona el camino al discurso vacío, a las peroratas – a lo que en criollo llamamos «la habladera de paja» – a la retórica como ejercicio de oratoria para deleitar, conmover o persuadir, pero que en nada soluciona los problemas. Veamos el siguiente ejemplo.
“A 530 años de la Resistencia Indígena, declaro el 12 de octubre como el Día de la Resistencia Indígena y la Descolonización de Nuestra América para honrar la fuerza ancestral y espiritual de los pueblos. ¡Viva el Pueblo Indio de Venezuela y América!”, arengaría el usurpador. No obstante, bajo la mirada complaciente y hasta cómplice del declarante, por lo menos 32 líderes indígenas han sido asesinados en Venezuela, la mayoría de ellos a manos de los grupos armados de las minas y una docena por militares.
Será interesante poner atención a la manera cómo el régimen, a través de sus medios tergiversadores de la verdad, venderá el rotundo fracaso de la delegación venezolana en los XII Juegos Suramericanos Asunción 2022, a pesar del compromiso y pundonor dejado por cada uno de nuestros aguerridos atletas en cada competición. Al momento de enviar esta columna, ayer viernes a las 3:00 pm, Venezuela ocupaba un lejano quinto lugar con 26 medallas de oro obtenidas, el 7,4% de las 351 disputadas hasta entonces. Lo que representa alrededor del 60,4% de las preseas áureas alcanzadas en Cochabamba 2018. La actuación en la capital paraguaya es comparable a la que se tuvo en Lima 1990, cuarta edición de estos juegos, en donde se ganaron 27 medallas de oro. Aunque, el porcentaje de eventos ganados en la capital peruana fue más elevado (10,4%).
La falta de compromiso del Estado – o régimen, en Venezuela son indistinguibles – con el olimpismo lo resume este tuit del periodista venezolano Juan José Sayago, @jjsayago: “Asunción tiene unos 600 mil habitantes y dos pistas de atletismo en condiciones de hacer pruebas internacionales hoy mismo. La distancia entre una y otra es de 20 minutos en carro. La población de 30 millones en Venezuela no tiene UNA disponible ¿Ven que es voluntad?”
Estaremos pendiente, entonces, de cómo la desenfrenada hegemonía comunicacional tratará de «tapar el sol con un dedo».
Prof. Titular jubilado ULA – Cronista deportivo
aemora@gmail.com, @amoramarquez
15-10-2022