Por: Andrés E. Mora M…
“Ahora si es verdad que se montó el gato sobre la batea”, le dice Ingenuo Sinduda a Incredulina, su esposa. “Definitivamente el gobierno nacional valora muy poco la inteligencia del pueblo venezolano cuando fue capaz de transmitir ese patético video la noche del pasado martes 18 de agosto”, se refiere Sinduda a la entrevista – porque de interrogatorio no tuvo nada – concedida por el asesino convicto y confeso, Pérez Venta, a no sabemos quién con la única y evidente intención de involucrar en hechos criminales a los más connotados dirigentes de la oposición venezolana – ¡precisamente cuando estamos a pocas semanas de las parlamentarias! – y a conocidos políticos foráneos como el ex presidente Álvaro Uribe y el precandidato republicano estadounidense Marco Rubio. “De vaina y meten en el peo a Rajoy y a Donald Trump también”, añade Ingenuo con mucha sorna.
“Utilizar un caso tan espeluznante, espantoso y dantesco como este con fines políticos es algo ruin. Simplemente despreciable”, opina Incredulina.
“Pero es que además ¿qué credibilidad puede tener el testimonio de un criminal como ese?Un individuo que, inclusive, ya había sido identificado en las filas opositoras como ʻpatriota cooperanteʼ, la denominación revolucionaria a los rastreros e indignos sapos de siempre. Esa detestable práctica que regímenes con poco talante democrático y mucho de autoritarismo suelen implementar como política de seguridad de estado”, interviene Incrédulo – el hijo de la pareja Sinduda– que se incorpora a la conversación.
“¡Este régimen no escarmienta!”, se le escucha decir a Ingenuo. “Ya en el 2008 el ex-Fiscal General de la República, Isaías Rodríguez, hizo el ridículo de su vida al ser desenmascarado por el fiscal Hernando Contreras quien lo acusó de haber montado por orden del ʻAltoGobiernoʼ el caso del asesinato de Danilo Anderson”, recuerda el esposo de la adorable Incredulina.
“Se acordaran que este tristemente célebre funcionario utilizó el testimonio de Giovanni Vásquez –a quien presentó como su confiable e infalible testigo estrella – con el fin de incriminar a Nelson Mezerhane y Patricia Poleo, entre otros, en el repudiable y sonado caso del fiscal asesinado. Afortunadamente para los incriminados – figuras públicas que incomodaban al régimen –el aborrecible montaje pudo ser develado cuando el supuesto testigo estrella resultó ser un reconocido delincuente, estafador, mitómano y sin vergüenza”, rememora Ingenuo.
“El inescrupuloso Isaías salió de Venezuela con las tablas en la cabeza¡Me engañaron, me engañaron! ¡Eso fue un peine que me montaron! Repetía sin cesar el desvergonzado individuo mientras abordaba el vuelo que lo instaló en el exterior evadiendo las explicaciones que – por su proceder delictivo – aun le debe al país”, complementa el papá de Incrédulo.
“Ante antecedentes como estos ¿Quién carrizo puede creer en el cortometraje de Pérez Venta?”, opina Incredulina. “Precisamente por hacer de la mentira su principal fuente de información es que ese cuento del gobierno nacional dizque le salvó la vida a Leopoldo López al meterlo preso ya que evitó que ʻparamilitares relacionados con la oposición lo asesinaranʼ, ¡No se lo cree nadie!”, añade la esposa de Ingenuo.“Eso parece un globo de ensayo lanzado desde los laboratorios de guerra sucia gubernamental – como ya nos hemos percatado, muy activos en estos días con el 6D a la vuelta de la esquina – en vista que la risible fábula del magnicidio– tan usada desde la época del presidente difunto – nadie se la creyó tampoco”, completa su comentario la única dama en la conversación.
“¡Pero cómo insistieron con esa vaina! Hasta junio del año pasado, si la memoria no falla, estuvo en los medios Jorge Rodríguez acusando – sin prueba alguna, como de costumbre – a María Corina Machado, Henrique Salas Romer, Diego Arria, Pedro Burelli y Gustavo Tarre de ser las mentes perversas detrás de un supuesto complot magnicida”, añade Incrédulo.
“Insistieron tanto en el magnicidio como Lance Armstrong en su inocencia”, interviene Ingenuo refiriéndose al ciclista estadounidense nacido en Austin, Texas a quien la Agencia Antidopaje de Estados Unidos (USADA) decidió, el 23 de agosto de 2012, suspenderlo de por vida y retirarle las siete victorias consecutivas obtenidas en el Tour de Francia entre 1999 y 2005 al encontrarlo culpable de dopaje sistemático. Decisión que fue ratificada por la Unión Ciclística Internacional (UCI) el 22 de octubre de 2012.
“Y todos sabemos que al final el texano, al verse asfixiado por el enorme cúmulo de evidencia recaudada en su contra, no le quedó otra alternativa que dejar de mentir y admitir públicamente, en una entrevista realizada por Oprah Winfreyel 17 de enero de 2013, haber utilizado métodos dopantes en los 7 Tours que ganó”, añade Ingenuo. “Armstrong se convertiría de esta manera en el mayor fraude de la historia del deporte mundial”, sentencia Sinduda padre para dar por finalizado este bochornoso episodio.
“Soy de los que piensa que es muy probable que los últimos arrestos de ética y vergüenza deportiva que le quedaban a Armstrong fueron los que lo impulsaron a aceptar su culpa, aunque para eso haya tenido que pasar casi una década”, se atreve a inferir Incrédulo. “Eso significa que tenemos esperanzas que en algún momento nuestro ignominioso ex Fiscal General le diga la verdad al país del caso que – por ahora – es el más vergonzoso jamás conocido en el sistema judicial venezolano”, agrega el hijo de Ingenuo e Incredulina. “Bueno, eso realmente dependerá si le quedan vestigios de ética y vergüenza a ese señor”, condiciona Incrédulo sus esperanzas en ese tema.
“Hijo, las mentiras tarde o temprano siempre son descubiertas”, opina Ingenuo. “Fíjate que trece años después de los Juegos Paralímpicos de Sídney 2000 la gran estafa de aquel evento fue resuelto en los tribunales con la condena del ex presidente de la Federación Española de Deportes para Discapacitados Intelectuales (FEDDI), Fernando Martín Vicente”, informa Ingenuo.
“¿Y cuál fue esa gran estafa”, preguntan al unísono los sorprendidos madre e hijo.
“El dolo cometido porla selección española de baloncesto que ganó el oro en esa cita cuando sólo dos de los 12 jugadores tenían alguna discapacidad”, resume Ingenuo. “El fraude se conoció días después de que acabaran los Juegos Paralímpicos de Sídney cuando uno de los integrantes de la plantilla, el periodista Carlos Ribagorda, denunciara que había participado en el evento sin tener ninguna discapacidad precisamente para demostrar que no se trataba de una práctica nueva. Según su versión, ya se había repetido en anteriores competiciones, como el Mundial de Brasil de 1998 o el Eurobasket del año siguiente”, Ingenuo lee textualmente del portal web del diario español Marca la nota periodística de fecha 8-10-2013, mientras Incredulina e Incrédulo permanecen boquiabiertos.
“Ese episodio es considerado la mancha más negra en la historia del deporte español”, añade Ingenuo.
“Definitivamente la parte oscura del deporte y la política echan mano de detestables artimañas a través de mentiras y videos en su afán desesperado de hacerse de medallas y curules. Es lamentable, pero así son los mediocres”, piensa para sus adentros una anonadada Incredulina.
(٭) Prof. Titular jubilado ULA – Cronista deportivo
aemora@gmail.com, @amoramarquez