El Big Ben Deportivo: Tiempos de Hall de la Fama…. y de la Infamia  

Por: Andrés E. Mora M…

No es muy frecuente que dos o más peloteros venezolanos coincidan como candidatos en la lista de elegibles al «Salón de la Fama» de la MLB. De hecho, desde 1936 cuando se realizó la primera elección para el templo del beisbol de las «Grandes Ligas», en sólo seis oportunidades esta circunstancia ha ocurrido. La primera vez fue en 1982, cuando el recordado Cesar Tovar y Luis Aparicio, quien se presentaba por cuarta ocasión, aparecieron en las boletas. La última aconteció en la «clase» 2019, teniendo a Freddy García y Omar Vízquel, en su segundo año de elegibilidad, como aspirantes. Para la elección 2020 se repite, por séptima ocasión en la historia, esta agradable coincidencia ya que en la planilla de votación Omar Vizquel y Bob Abreu – el primero considerado por muchos como el mejor «shortstop» defensivo en la historia de la «Gran Carpa» y el segundo, para la mayoría de los entendidos criollos, el pelotero venezolano más completo que ha pasado por el «big show» – desde mediados de noviembre se encuentran disputando, junto a otros 30 colegas y hasta justo antes de la llegada del nuevo año, el boleto a la inmortalidad.

Para Vizquel esta es su tercera participación, siendo digno de destacar los prometedores resultados obtenidos en sus dos primeras comparecencias. En el 2018 su nombre apareció en el 37.0% de las boletas, incrementándose a 42,8% en el 2019. Ambos registros muy superiores a los que Luis Aparicio – único venezolano miembro del exclusivo club del cual se hizo socio en 1984, tras su sexto intento, al alcanzar el 84.6% de las papeletas – dejó en su primer y segundo año de elegibilidad, 27,8% y 32,2%, en 1979 y 1980 respectivamente. En su carrera de 24 años, el  caraqueño bateó para .272 de promedio, con 2.877 hits en 10.586 turnos al bate, 80 jonrones y 404 bases robadas, además recibió 1.028 bases por bolas en 2.968 juegos, esta última estadística lo ubica en el lugar 12 en la lista de todos los tiempos en partidos jugados. Sin embargo, sus números alucinantes los dejó en el aspecto defensivo. Es el primero en la lista de todos los tiempos entre los «campocortos» en porcentaje de fildeo con un exorbitante .985 y en «doble matanzas» ejecutadas con 1.734. Igualmente, es tercero en asistencias con 7.676 en esa posición en la que jugó 2.709 encuentros, número uno en ese renglón también. Por si fuera poco, es quinto en la historia de las «ligas mayores» en asistencias con 8.050 y séptimo en «outs» realizados al sacar a 8.433 adversarios. 

Abreu, por su parte, es nuevo en estas lides. «El come dulce» fue exaltado al «Muro de la Fama» de los Filis de Filadelfia en agosto de este año, organización con la que dejó un promedio de .303, con 1.474 imparables, 348 dobles, 43 triples, 195 jonrones, 814 impulsadas y 254 bases robadas en nueve campañas (1998-2006). Además fue elegido dos veces al Juego de Estrellas (2004 y 2005) y ganó un Guante de Oro (2005). En su carrera de 18 años, bateó para .291, 2470 hits en 8.480 turnos oficiales, sonó 288 jonrones, impulsó 1.363 carreras, anotó 1.453 veces y se robó 400 bases. Adicionalmente, el aragüeño se convirtió en el primer criollo 30/30 de las «Grandes Ligas», y el único en lograrlo en par de ocasiones, cuando en la temporada 2001 sonó 31 «home runs» y se robó 36 bases y en la 2004 repitió la hazaña sacando 30 pelotas y estafándose 40 almohadillas.

Así las cosas, las cartas están echadas para que los algo más de 400 periodistas – quienes conforman el registro electoral pulcramente definido por la Asociación de Escritores de Béisbol de América en el cual, aunque suene extraño y sea difícil de asimilar, los muertos no votan como suele suceder en Venezuela con el listado elaborado por el CNE de Tibisay y en Bolivia con el del TSE en tiempos de Evo – voten hasta por 10 candidatos de acuerdo a lo establecido por el reglamento electoral. Si bien es cierto que es muy baja la probabilidad de que alguno de los dos paisanos sea exaltado el próximo 21 de enero, no es menos cierto que es altísima la posibilidad de que, por primera vez, los mismos dos criollos aparezcan como elegibles en años consecutivos.

En donde no habría dudas es si existiera un «Hall de la Infamia», ya que con seguridad el «Socialismo del siglo XXI» sería elegido por unanimidad. Veamos sus números a la «ofensiva», entendiendo como ofensiva el insulto y engaño al que ha sometido a la sociedad venezolana con su despiadada e inhumana  corrupción. Veamos unas pocas estadísticas de lo que ha sido la malversación roja-rojita: a) 114,3 millones de dólares a través del Plan Bolívar 2000, b) 300 mil millones de dólares de vía CADIVI, c) 30 mil millones de dólares del sistema eléctrico nacional, d) 7.583 millones de dólares en importación de alimentos, e) diez mil millones de dólares del ferrocarril Eje Orinoco Apure, f) siete mil millones de dólares del Ferrocarril La Encrucijada Puerto Cabello, g) 7.500 millones de dólares del ferrocarril Tinaco-Anaco, h) 2.500 millones de dólares del 3er Puente sobre el Río Orinoco, i) $ 2.000 millones del 2do Puente sobre el Lago de Maracaibo, g) $ 9.365 millones de la Represa Tocoma, y un largo etcétera. A la corrupción habría que agregarle las otras herramientas que hacen que un Estado sea fallido: emergencia humanitaria compleja, represión, devastación del territorio nacional e impunidad por la destrucción de la institucionalidad y la democracia.

Estamos en tiempo de Hall de la Fama…. y de no olvidar el de la Infamia, también.      

  (٭) Prof. Titular jubilado ULA – Cronista deportivo / aemora@gmail.com, @amoramarquez