El día internacional de la familia: Pilar fundamental para el desarrollo social

La familia es el primer espacio de socialización y aprendizaje, donde se transmiten valores, normas y tradiciones que configuran la identidad individual y colectiva. Estudios en sociología y psicología destacan que el entorno familiar influye decisivamente en el desarrollo emocional y social de los individuos, siendo un agente insustituible en la formación ciudadana. Por ello, el Día Internacional de la Familia promueve su reconocimiento como núcleo fundamental para el bienestar y la cohesión social.

El Día Internacional de la Familia, celebrado cada 15 de mayo, fue proclamado por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1993 con el propósito de crear conciencia sobre la importancia de la familia como unidad básica de la sociedad y su papel en el desarrollo social y humano. En un contexto global de transformaciones sociales, económicas y culturales, esta conmemoración invita a reflexionar sobre la función esencial que cumple la familia y la necesidad de políticas públicas que la fortalezcan.

La celebración también es un llamado a los gobiernos para implementar políticas públicas que aseguren el acceso a servicios de salud, educación, vivienda y trabajo digno, fortaleciendo así la función social de la familia. Otro puntos importantes son la conciliación laboral y familiar, junto con programas de prevención de la violencia intrafamiliar las cuales son medidas necesarias para garantizar la estabilidad y el desarrollo integral de sus miembros.

Reconocer la diversidad familiar, garantizar la igualdad y fortalecer las políticas de protección son tareas fundamentales para construir sociedades inclusivas y solidarias. Celebrar esta fecha es, en definitiva, apostar por el futuro de la humanidad.

La familia es reconocida histórica y universalmente como la unidad básica de la sociedad, desempeñando un papel crucial en la formación y desarrollo de los individuos y, por ende, en la estabilidad y progreso social. Y a pesar de los cambios culturales, económicos y tecnológicos que han transformado las estructuras sociales, la familia sigue siendo el núcleo donde se transmiten valores, normas y conocimientos esenciales para la convivencia y el bienestar colectivo y sigue siendo la célula fundamental de cualquier sociedad.

La Organización de las Naciones Unidas las familias son agentes clave para la reducción de la pobreza y la promoción del desarrollo sostenible, ya que constituyen redes de apoyo que permiten enfrentar adversidades y potenciar oportunidades.

En Venezuela y debido a la intrincada trama que conforma cualquier sociedad, la familia se erige universalmente como una de sus unidades fundamentales y sin embargo, en el contexto venezolano, su relevancia trasciende la definición básica, convirtiéndose en un pilar insustituible y en muchos casos, la principal red de seguridad y pertenencia ante un entorno complejo y desafiante.

Más allá de su rol formativo, en el contexto actual, la familia venezolana ha intensificado su función como red de apoyo vital sobre todo ante la precariedad económica, la escasez de bienes básicos y las fallas en los servicios públicos y el núcleo familiar, a menudo extendido para incluir abuelos, tíos y primos, se convierte en una unidad de resistencia y supervivencia.

Por otro lado la migración masiva de venezolanos en los últimos años, aunque ha generado dolorosas separaciones, paradójicamente ha reafirmado la importancia de los lazos familiares ya que a través de la distancia y el uso de las tecnologías se ha visto el fortalecimiento de las relaciones entre los miembros. Por otro lado las remesas enviadas por quienes están fuera se han vuelto vitales para la subsistencia de quienes permanecen en el país, han creado nuevas dinámicas transnacionales que, si bien desafían la estructura tradicional, mantienen a la familia como el eje central de conexión y apoyo mutuo a distancia.

En nuestro país, la familia proporciona un refugio emocional indispensable que en medio de la incertidumbre y el estrés que caracterizan la vida en Venezuela, el hogar familiar, o el contacto constante con sus miembros a pesar de la distancia, ofrece consuelo, seguridad afectiva y un sentido de estabilidad. Es el espacio donde se comparten alegrías y tristezas, donde se encuentran el entendimiento y el apoyo incondicional necesarios para afrontar las dificultades diarias.

Redacción C.C.

15-05-2025