El instantáneo presente
El origen de este título está en la introducción a la obra del emperador filósofo Marco Aurelio, Colloqui con sé stesso, realizada por Martino Menghi (2024, 4ed, 19). Y tal epígrafe marca el comienzo de una serie de artículos en torno al vínculo entre tiempo, inteligencia humana e IA.
¿Cuál es el puesto del hombre en el tiempo?
Antes que cualquier IA, diría, —ignoro si alguna ya lo ha notado y expresado—: Si el hombre no ha terminado de comprender bien su puesto en el mundo, entonces, cómo hace para el entendimiento de su ubicación en el tiempo.
Ahora bien, diferente a la IA el hombre piensa su puesto en el tiempo por sí mismo, y, por ende, siempre prueba afinidad con el instantáneo presente.
Es en éste “en” donde comprueba la “sencillez” de la existencia.
En él a ésta evita abandonarla al acaso, porque, aunque experimente la fugacidad del instantáneo presente en su inteligencia, no en los formidables aparatos digitales, desenvuelve sus originales dotes de experiencia y habilidad en la manifestación de su existencia y la del tiempo, imbuido, inevitablemente, de principios teóricos (cf. Marco Aurelio, 2024, 31-32); es decir, ideas básicas o iniciales.
El “instantáneo presente” es indispensable a la formulación de esos principios teóricos, —el tiempo como intrínseco al ser; su enfoque objetivo y subjetivo—, y aunque la inteligencia cerebral aún persigue una aprehensión más exacta del tiempo, sin embargo, mundanalmente, es la única capaz de presumir un cómputo dotado de verdadero conocimiento del mismo, o, por su parte, de tener la impresión de probar el tiempo cual “hecho en sí” según el cual, yendo a cuanto ha logrado a nivel tecnológico, de ingeniería robótica, etc., de él refiere la constancia según la cual, en lugar de adivinar qué es o no-es, a él mismo lo conserva en el dominio de sí en la intelección (reflexionándolo).
El tiempo domina al hombre mientras él sabe dominarlo.
En el instantáneo presente la IH no puede dejar de maravillarse por el paso tan indispensable de los ahora.
Saberlos dominar es autodeterminarlos, de ningún modo en lo precipitoso, porque, es la IH escoltada en la inteligencia artificial la que, apelando a Marco Aurelio, en “irremovible perseverancia” (2024, 16), accede a una propiedad temporal moderada pero fuerte, equilibrada, mas, siempre manifestadora del concurso de circunstancias por las cuales intuye el no estar por demasiado tiempo en una monótona afección del mismo.
Al hombre le es imposible retrasar el tiempo a su gusto.
Pero, tampoco cede a la precipitación por un decurso temporero inclemente, más bien con su paso en el tiempo abre su conciencia al cuidado de sí mismo.
Referencias:
Marco Aurelio. (2024). Colloqui con sé stesso. (Luca Civitavecchia, Trad.). Giunti-Barbèra Editore.
22-05-25
Pbro. Dr. Horacio R. Carrero C.
horaraf1976@gmail.com