La iglesia nunca ha dado su apoyo al aborto, y el papa Francisco reiteró este posición recientemente. Incluso indicó que esta operación no debe ser realizada en los fetos enfermos.

“¿Es lícito deshacerse de una vida para resolver un problema? ¿Es lícito contratar a un sicario para resolver un problema?”, preguntó el papa durante una conferencia acerca contra el aborto.

Esta no es la primera vez que une estos términos, en octubre de 2018 también lo hizo y generó fuertes reacciones. Reseñó el Clarín.

“La vida humana es sagrada e inviolable y la utilización del diagnóstico prenatal con fines selectivos debe ser desalentado porque es la expresión de una mentalidad eugenésica inhumana, que priva a las familias de la posibilidad de acoger, abrazar y amar a sus hijos más débiles”, remarcó.

Detalló que esa decisión no puede ser tomada en base al “miedo a la enfermedad y la soledad lo que hace dudar a los padres”. Asimismo, comentó que a pesar del avance de la ciencia, “ni siquiera los médicos pueden conocer cuál será el avance de la enfermedad en cada individuo”.

Detalló que los fetos son “pequeños pacientes” que pueden ser curados a través de intervenciones farmacológicas, quirúrgicas y asistenciales extraordinarias.

“Cuidar a estos niños ayuda a sus padres en medio de su dolor, para que piensen en ello no solo como una pérdida sino como un paso en un camino que han emprendido juntos”, aseguró.

A pesar de que Bergoglio ya se ha pronunciado antes respecto al tema en términos controversiales, como en junio del año pasado que lo comparó con las prácticas nazis. También ha expresado compasión por las mujeres que han pasado por este procedimiento y ha facilitado su absolución.

Con información de El Clarín.