En notas anteriores se presentó la discusión acerca de la naturaleza y génesis del Petro, la criptomoneda soberana venezolana. También fueron discutidos los hechos y circunstancias que caracterizaron su promoción por parte del Estado venezolano. Luego de estas discusiones se terminó definiendo al Petro como una criptomoneda no tradicional, administrada de forma centralizada y cuyo valor sería periódicamente ajustado en función del valor de mercado de las riquezas del subsuelo venezolano. A esto se añade la intensa promoción que este criptoactivo recibió por parte del Estado venezolano.
Teniendo en cuenta estos aspectos, dediquemos esta entrega final sobre el tema a discutir las razones por las cuales el Petro salió de funcionamiento.
Recordemos que el dinero, en sus distintas formas, debe cumplir tres funciones esenciales: ser medio de cambio, unidad de cuenta y reserva de valor. Ya para inicios del año 2023, el Petro había dejado de cumplir de forma satisfactoria con al menos dos de estas funciones.
Desde su aparición ya era poco aceptado como medio de cambio y, de allí, las dificultades para promover su uso masivo. Circunstancia que se profundiza con el bloqueo de los monederos digitales estatales que se produjo en marzo del año 2023. Con ello el Petro ya se asomaba como un criptoactivo poco intercambiable. En palabras de Leonardo Vera, reconocido economista venezolano, el Petro nunca se consolidó como un medio de pago nacional o internacional. Esto en función de la mínima confianza que había en el. A la sostenida pérdida de confianza en el Petro contribuyó de manera importante la advertencia hecha por Estados Unidos, en marzo de 2018, en donde se establecieron los inconvenientes a que se enfrentarían los estadounidenses o personas dentro de Estados Unidos que usaran para cualquier transacción monedas, divisas o fichas digitales emitidas por el gobierno venezolano.
Por otro lado, la recurrente disminución de su valor de mercado le convirtió en un activo financiero poco atractivo como medio de ahorro. Hay que tener en cuenta que el valor de cualquier criptoactivo guarda una relación directa con su aceptación como medio de pago, mientras más se use para realizar transacciones en la economía mayor será su valor. El Petro fue muy poco utilizado en la economía interna y externa, razón que contribuyó a la reducción recurrente de su valor de mercado. Otro factor que ayuda a que el precio de mercado de una criptomoneda aumente es que los agentes económicos lo atesoren y, por tal razón, decidan no intercambiarlo con frecuencia. Esto disminuye la velocidad de circulación de la criptomoneda y eleva su precio de mercado. En el caso del Petro la poca confianza en el mismo trajo como consecuencia que los agentes económicos no desearan mantenerlo en sus carteras de inversión por un tiempo prolongado. Contribuyendo así a que su precio de mercado cayera recurentemente.
A los elementos que se han argumentado como razones de la disminuida confianza en el Petro se debe sumar elementos de carácter técnico, los cuales guardaron relación con las fallas que durante varios meses venía presentando la plataforma estatal PetroApp y que entorpecía de manera importante las pocas transacciones donde se veía involucrado el criptoactivo soberano.
También resulta importante tener en cuenta que elementos políticos como el alivio de las sanciones impuestas por el gobierno estadounidense a la industria petrolera, al Banco Central de Venezuela y al Banco de Venezuela hacen menos útil cualquier opción no convencional que pretendiera servir como medio de intercambio alternativo.
Lo anterior lleva a intuir, que por ahora, el Petro solo quedará como una unidad de cuenta, es decir, como una referencia de cuánto cuesta algo. En este caso, el Petro seguirá actuando como marcaje de precios de trámites en notarías, pagos de trámites en las oficinas del Estado o de las tarifas de los servicios públicos, entre otras. Esto será así, debido a que de esta manera el precio de estos bienes y servicios quedará indexado (ajustado de manera automática) a las fluctuaciones del valor de la divisa estadounidense. Un ejemplo de que el Petro sigue usándose como unidad de cuenta lo conseguimos en la Gaceta Oficial de la República Bolivariana de Venezuela no. 42.813 del 5 de febrero de 2023, donde se emiten normas vinculadas con la regulación del servicio de delivery. Allí el Petro es usado como el activo que fija el costo de diversos trámites, e incluso, sirve como referencia para el calculo de las sanciones a las cuales serán sometidos aquellos que no cumplan con tal normativa.
Por último, cabe mencionar, que la puesta fuera de funcionamiento del Petro se dio en el marco de un escándalo de corrupción conocido como PDVSA-cripto, que involucró a la Superintendencia de Criptomonedas, y que guarda relación con el desfalco al Estado de fondos públicos vinculados a la actividad petrolera.
Aun y cuando el proyecto del Petro puede ser considerado como una innovación financiera que vale la pena tener en cuenta; la incapacidad de sus promotores para generar confianza en este criptoactivo; se convirtió en el “talón de Aquiles” del proyecto. Pues la confianza es el elemento crucial a la hora de que una moneda en cualquiera de sus formas cumpla de manera satisfactoria con las funciones que le son propias de su naturaleza como dinero.
Econ. Albio Márquez
Director del Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales – ULA
06-04-2024