Empoderamiento ciudadano

Por: Angélica Villamizar…

En medio de todo el caos político y social que estamos viviendo en el país en los últimos veinte años, los ciudadanos demandan con mayor fuerza un Estado que se comprometa y cumpla con la satisfacción de las necesidades básicas.

Sabemos que como ciudadanos, contamos con derechos políticos como por ejemplo, el voto o participar en los asuntos públicos, mediante varios mecanismos, como cabildos abiertos o consulta pública, mesas de diálogo, donde se puedan presentar las inquietudes o sugerencias y al mismo tiempo propuestas; pero también tenemos deberes u obligaciones políticas, como el respetar las normas o tener una buena convivencia en la sociedad.

La ciudadanía entonces, tiene que ver con ese derecho a participar activamente en política y en la sociedad y de esta manera formamos parte de un Estado, pero va más allá de derechos civiles y sociales, está ese sentir de pertenencia, que emana de la necesidad de un bienestar individual y colectivo, esa esencia que impulsa a tomar conciencia y aplicar acciones que fortalezcan nuestra capacidad de enfrentar y solventar, cooperando con las instituciones públicas, los problemas que nos aquejan diariamente.

Aunque el Estado es el responsable de planificar y aplicar las políticas públicas, está también la corresponsabilidad ciudadana, esa cooperación (Estado-sociedad) para que las políticas públicas sean más eficientes y eficaces y cumplan con su objetivo fundamental que es la satisfacción de las necesidades de la población.

Para ello, se necesita del ciudadano activo, aquel que por medio de la incidencia pública protege su ciudad, contribuye a visibilizar, proponer y solucionar aquellos problemas que lo afectan a él y su entorno y toma acciones concretas a favor de su comunidad; es abierto a nuevas ideas, empático, defiende la equidad, inclusión y justicia social.

Es plausible el rol que está ejerciendo actualmente la sociedad civil merideña, las comunidades organizadas, la veeduría ciudadana. Todos entendieron que tienen el poder de incidir de forma pacífica, de tomar decisiones y hacer respetar sus derechos y los de la comunidad, logrando resultados positivos. Se está generando una cultura ciudadana, se está creando la conciencia en la sociedad de que cuando un problema que afecta a todos se pueden direccionar los esfuerzos de los ciudadanos hacia un bienestar común.

Una práctica que está en auge, es la infociudadanía, cuando el ciudadano mediante el uso responsable de las Tics, reporta una situación irregular sobre los servicios públicos de su entorno u otra situación. Estos reportes ciudadanos a través de las redes sociales han tenido incidencia, ya que la información suministrada en estos momentos de pandemia, donde la movilización hacia las instituciones del Estado está limitada, las autoridades se enteran del problema y en algunos casos han ido a solucionarlo. Evidentemente, la relación directa entre el Estado y el ciudadano es muy positiva.

Los ciudadanos somos responsables del país que queremos, debemos tener claro cuál es nuestro papel en la sociedad, pensar qué podemos aportar, fomentar los valores en nuestros hogares, en nuestro entorno, conocer cuáles son nuestros derechos y deberes, sabemos cómo abordar los problemas que tenemos en nuestra comunidad, comenzar a construir ese país que soñamos. Mientras más conciencia ciudadana tengamos, más aumenta nuestras ganas de asumir un rol activo con nuestro entorno para articular nuevas acciones en pro del bien común.

Correo: amvs286@gmail.com

03-09-2020 (08)