En el nombre del Padre

La mañana de este sábado 18 de agosto, todo se confabuló para que se diera en nuestra ciudad una fiesta de fe y esperanza. La mañana radiante, el cielo azul purísimo, un sol cariñoso, alegre, pero intenso y miles de merideños con el corazón henchido de devoción caminaron por las calles y avenidas, acudiendo al llamado de la iglesia para asistir a la misa denominada “Por la paz de Venezuela”.

Fue una procesión en donde se podía sentir el inmenso deseo de cada uno de los participantes: un deseo ardiente de libertad, paz, amor y reconciliación. Un deseo por la hermandad, por la buena voluntad, por los más altos valores para la convivencia social.

Oraciones, canciones, alabanzas. Rostros hermosos, niños, mujeres, hombres, ancianos, elevando sus plegarias a Dios Nuestro Señor, clamando por la solución de los problemas que hoy atormentan a los ciudadanos.

Un viaducto Campo Elías colmado de fieles escuchando atentos y actitud solemne las sabias palabras de los oficiantes de una homilía, tan significativa y entrañable que hizo emocionar a los presentes, entre llantos, sonrisas, y abrazos fraternales.

Los representantes de los medios de comunicación  del Estado cumpliendo la tarea de captar con sus cámaras  las imágenes de esta  celebración que  quedarán grabadas para la historia de una convocatoria eclesiástica que sobrepasó las expectativas y que demostró fehacientemente que la esperanzacristiana está presente en el alma de cada venezolano que además recuerda las palabras de Jesús en las Bienaventuranzas.:” Dichosos los que tienen hambre y sed de justicia porque será saciada su ilusión de vivir en un mundo más justo y mejor”

A.E.Foto: Leo León