El 14 de junio de cada año se celebra en todo el mundo el Día Mundial del Donante de Sangre. Qué sublime acción la de ofrecer la nuestra, que la tenemos en abundancia, para donársela a otro ser humano que la necesita.
Sí, es verdad. La mayoría de los venezolanos estamos pasando por una muy mala racha económica y si acaso nos alcanza para poder cubrir algunos gastos habituales. Tal y como están los precios de los productos, no solamente en cuanto a comida se refiere, sino a todo lo demás: Los nuevos precios de la gasolina, si logra tanquera, las costosas bombonas de gas, los productos de aseo personal, y pare usted de contar porque sería algo así como “llover sobre mojado”.
Sentimos una profunda tristeza e importancia cuando leemos en las redes sociales, las solicitudes de personas que precisan de nuestra contribución para costear una operación, o tratamientos especiales, e incluso simplemente una medicina que no pueden comprar porque en esta Venezuela dolarizada todo está envuelto en la neblina oscura de la hiperinflación, aunada a la corrupción, al bachaquerismo y otros males que han surgido durante este tiempo. Nacieron como por generación espontánea pero se han quedado para perjudicar a los hombres de bien. Desearíamos tener muchísimo dinero para poder ayudar a quienes lo necesitan, pero chocamos de frente con la falta de recursos. ¡Es una lástima! Pero…sí hay algo que cada uno de nosotros tenemos en abundancia y la podemos donar para ayudar a otro ser humano que esté pasando por un problema de salud. Donar sangre es un acto de amor al prójimo. Es fácil hacerlo, no duele, y una vez terminado el proceso, uno se siente liviano y feliz.
“La sangre es un tejido líquido que recorre el organismo, a través de los vasos sanguíneos que transporta las células necesarias para llevar a cabo las funciones vitales (respirar, formar sustancias, defenderse de agresiones). La sangre-además- transporta los principios nutritivos desde el aparato digestivo hasta las células, donde se recogen también las sustancias de desecho para eliminarlas gracias a los riñones, el hígado y otros órganos de excreción. También es la encargada de regular el transporte de oxígeno y la eliminación del anhídrido carbónico. Tiene un papel importante en funciones como la coagulación, la inmunidad y el control de la temperatura corporal”. Al analizar este descripción de nuestra sangre nos damos cuenta de su importancia para la vida y si al menos por un día podemos estirar el brazo para que nos la saquen, sabiendo que estamos haciendo una buena acción, sentiremos la dicha de haber hecho algo que redundará en beneficio de otras persona que lo requiera. Lo más significativo es que si no podemos contribuir con dinero ¿qué más loable que hacerlo con nuestra propia sangre?
Por si fuera poca la inmensa satisfacción que nuestra sangre pueda ser utilizada para ayudar a otros, la donación de sangre es un acto altruista y debemos practicarla sin temor y regularmente. Los especialistas aseguran que no hay que tener condiciones excepcionales, para ser donador voluntario, únicamente la conciencia de que es necesaria para alguien (o para nosotros mismos ya que 9 de cada 10 personas la necesitarán en algún momento de su vida) Cualquier persona con buen estado de salud, mayor de 18 años y menor de 65, y que pese más de 50 kg, puede donar sangre. Sólo el haber padecido determinadas enfermedades (hepatitis, sida, paludismo, tumores y otras), haber estado enfermo en los días previos a la donación o haber tomado algunos medicamentos, hacen que una persona no sea candidato a donar en un momento determinado.
En cualquier caso, el personal de salud que hace las colectas de sangre, hará unas pruebas y algunas preguntas para saber si el donante estás en condiciones de realizar la donación. En los casos que se lo excluya temporalmente, una vez transcurrido el período indicado, puede volver a presentarse para donar.
Este domingo 14 puedes donar