Tras dieciséis meses de artificios legales y maniobras políticas que fueron minando gradualmente el estado de derecho y el marco constitucional, el gobierno presidido por Nicolas Maduro, ha consumado este 30 de marzo el golpe definitivo contra la Asamblea Nacional, máxima y genuina representación del Poder Legislativo, que el pueblo venezolano se dio soberanamente con la participación de 14 millones de ciudadanos en los comicios del pasado 6 de diciembre de 2015.
La decisión 156 del Tribunal Supremo de Justicia, cuya actuación parcializada, sesgada e invariablemente sometida a los arbitrios del Poder Ejecutivo ha sido ampliamente denunciada y documentada dentro y fuera de Venezuela, pretende que los venezolanos aceptemos la suplantación y usurpación de competencias del parlamento legítimo que elegimos mediante el ejercicio del sufragio popular, por un tribunal cuyos magistrados fueron escogidos vulnerando de manera escandalosa y flagrante la normativa que rige esos procesos. Pero incluso si hubieran sido electos legalmente, tampoco hubieran podido permitirse pisotear el mandato popular del 6 de diciembre del 2015.
En estos momentos, la comunidad internacional y gobiernos de todas las latitudes expresan su preocupación y condena al golpe que han fraguado los Poderes Ejecutivo y Judicial, y la OEA se dispone a debatir con urgencia la ruptura del hilo constitucional en Venezuela. Esperamos que sus conclusiones y acciones contribuyan no solamente a restablecer la legalidad para que la AN pueda ejercer plenamente sus atribuciones constitucionales, sino también viabilizar los procesos electorales abusivamente postergados y abrir las puertas de las cárceles donde la represión mantiene a más de cien venezolanos que se rebelaron contra el autoritarismo y la injusticia.
Expresión Libre, Comunicadores por la Paz y la Democracia, que ha venido denunciado el cerco y los ataques a medios y periodistas, denuncia esta decisión del TSJ como una expresión de la vocación antidemocrática que este gobierno asume ahora sin máscaras ni disimulos, y exige y espera que esta difícil etapa por la que forzosamente quieren hacer transitar la vida nacional, no signifique nuevas y mayores violaciones a la libertad de expresión y el derecho a la información.
Al mismo tiempo, estamos seguros que el pueblo venezolano, sumido por el fracaso del modelo económico del gobierno en una crisis humanitaria sin precedentes, no aceptará pasivamente este golpe de Estado y luchará democráticamente por el retorno a la legalidad.
En tal sentido, exhortamos a la población a participar en forma masiva de la protesta de calle convocada para este sábado por la dirigencia democrática y las sucesivas que serán anunciadas. Los venezolanos no podemos cejar en el empeño en que la libertad y la democracia vuelvan a resplandecer en nuestra Patria.
Equipo coordinador
Silvia Alegrett, Eva Gutiérrez, Eduardo Orozco, Serenella Rosas, Gregorio Salazar y Dalia Gutiérrez
Caracas, 31 de marzo de 2017
