El inflar las cifras estadísticas de la afluencia turística en el Estado Mérida, para intentar esconder una verdad, sería pecar de mentirosos e insensatos, no ajustarse a la realidad que se vive, en lo que va de temporada alta turística, en la que, entre otras cosas, las fallas consecutivas de los servicios básicos, la inseguridad reinante en cualquier sitio, plazas y parques turísticos recreacionales, han corrido al menudo de turistas que nos visitan.
Mérida, a la fecha, registra aproximadamente un 35 por ciento de afluencia turística procedentes del Estado Táchira, Barinas, Lara, Zulia, muy por debajo de las estimaciones que se tenían y las quejas, por citar algunas son generalizadas, falta de transporte público urbano y extraurbano, escasez diaria de agua potable y energía eléctrica, de gasolina, fallas en los puntos de venta y de efectivo; especulación en fuentes de soda, restaurantes, servicios hoteleros posaderos, robos en vehículos como a turistas en cualquier lado, con elevado auge delictivo en la Plaza “Las Heroínas”, Plaza Bolívar, en el entorno del Parque Zoológico “Chorros de Milla”, lo deprimente que resulta observar montones de basura y zamuros, aquí y allá.
Mérida, hipotéticamente, es considerada ciudad turística pero la imagen que hoy día, ofrece a propios y extraños, es preocupante, de reflexión, de no caerse a mentiras, porque si bien es cierto que el Sistema Teleférico “Mukumbarí” ha sido lo más visitado también es cierto, que el turismo que se ha recibido, llega, conoce este icono turístico y se va, porque la falla en los servicios básicos, entre otros factores, como los ya citados, los corre de la ciudad.
Que no se tome esto, como negativo, alarmante, controversial, pero es la realidad que está ahí, a la vista de todos, bien reza el dicho “o corren o se encaraman” por el rescate de la imagen de la ciudad, por el desarrollo e impulso, como debe ser, del turismo regional (Giovanni Cegarra, GC, CNP 2229).
