Con fundamento:  Un cardenal en comunicación continua (y continua comunicación)

Por: Bernardo Moncada Cárdenas…

Que nuestros escritos sean admitidos en el medio que se da el lujo de publicar sistemática y asiduamente a articulistas como Luis Ugalde y Baltazar Porras Cardozo es a todas luces inmerecido privilegio. El Padre Ugalde, rector emérito de la prestigiosa Universidad Católica Andrés Bello, diseca con ojo sereno y perspicaz las crisis cuya sucesión ha llegado a vertebrar nuestra convulsa contemporaneidad, extrayendo advertencias e indicaciones tan sabias como oportunas; Monseñor Porras contribuye de manera metódica a difundir los entresijos del acontecer local y mundial desplegando su vena de cronista atento y memorioso, haciendo amenos y cercanos trascendentes acontecimientos que –ordinariamente- pasan desapercibidos para nuestra atribulada condición mental. Charlando con Leonardo León, en su muy escuchado programa, sobre esta providencial concurrencia de buenas plumas, me decidí a formalizar mi concubinato con el articulismo de opinión y hacerlo en comunicacioncontinua.com al lado de estos y muchos otros comentaristas de postín que Leo ha logrado incorporar a su portal.

Y es al segundo de los dos ilustres personajes arriba nombrados que quiero referir esta tentativa irónica mía, en particular cuando nuestro celebrado Pontífice latinoamericano lo ha designado cardenal de la Iglesia católica. Porque una de las virtudes que nos acercan a Monseñor Baltazar Enrique Porras Cardozo es su capacidad para hacernos partícipes de su pensamiento y felices destinatarios de su amplio bagaje historiográfico, cultural, político, religioso, disertando ante los más variados auditorios o escribiendo sus libros y crónicas. Su firma es garantía de deleitable y fecunda lectura, en modo alguno destemplado o agresivo cuando trata tópicos preocupantes, ni zalamero o hiperbólico, cuando nos hace notar temas que motivan nuestro aprobación y a veces nuestro orgullo; este singular intelectual que es Monseñor Porras comunica con éxito al paramero, el campesino de Sur del Lago o el encumbrado erudito salmantino. Su más reciente “Crónica menor” logra hablar del nuevo cardenal en modo desapegado y casual, comentándonos un evento que protagoniza como si hablase de un amigo más, ubicando el sentido histórico del gesto papal como sólo Baltazar Porras Cardozo podría hacerlo, libremente. Es comunicador nato.

No está entre los cometidos de un cardenal escribir artículos de fondo, ni es su obligación ser orador brillante o buen literato y, en todo caso, los escritos de un príncipe de la Iglesia como este nuevo purpurado venezolano han de ser cortejados ahora más que antes por publicaciones de gran renombre internacional. Tengo total fe, sin embargo, en que “La Crónica menor” sabrá persistir en los luminosos monitores de nuestros dispositivos cibernéticos a través de comunicacioncontinua.com y no hemos de perder tan invalorable contertulio, pues Su Eminencia ha de seguir en continua comunicación.

Quien escribe se prepara mientras tanto para el intimidante desafío de acercarse a su altura. Que Dios me asista en el intento.

15.10.2016  – bmcard@hotmail.com