Esta situación de crisis política, social, económica y ahora moral venezolana sostenida en el tiempo, hace cada vez más difícil la convivencia en condominios y urbanizaciones de nuestro país. Las decisiones sin consenso, la anarquía y una especie de sálvense quien pueda tiende a prevalecer, y en algunos momentos se logra sentir que no se puede más.
Estacionar donde provoca, sacar los desechos cuando sea, no cumplir con las cuotas extraordinarias y las regulares como corresponde, violar todas las normas del condominio con el argumento de que todos lo hacen, la toma de decisiones trascendentales en la comunidad sin consultar a la Asamblea de Propietarios, apropiarse de lo que no le pertenece, o imponerse sea por las razones que sean, solo consigue dos caminos: el primero es el conflicto y el segundo el alejamiento de los pocos que quedan en el país y que bien pudieran participar en los destinos de la comunidad.
No la tenemos nada fácil.
Esa delgada línea que nos sostiene en la legalidad, se rompe constantemente en Venezuela. De alguna manera para sobrevivir, toca en muchas oportunidades saltarse los protocolos y procedimientos para lograr objetivos comunes, de lo contrario las cosas no se hacen. Y las cuotas especiales, que emergen con la rapidez como brotan las semillas de frijoles, son una realidad. Pero el “como” se está haciendo es lo que genera conflicto y a largo plazo puede ser peor el remedio que la enfermedad.
Recordemos que la moneda de curso legal en Venezuela es el Bolívar, y mientras no se exprese legalmente lo contrario, lo seguirá siendo. No hay ningún elemento legal que pueda obligar a propietarios e inquilinos a cancelar en moneda extranjera sus obligaciones económicas con la comunidad. Además, lo de la doble y hasta triple contabilidad está generando serios dolores de cabeza a los profesionales de la administración.
Pero ¿estamos haciendo las cosas bien? No hay un como definido y las comunidades han debido ajustarse de acuerdo a sus necesidades y a los miembros que la conforman, buscando la manera de solucionar. Las juntas de condominio y administradores no solo deben lidiar con un sistema ambiguo e inestable, además deben hacerlo con propietarios e inquilinos que no comprenden aun la debacle económica que vivimos.
Hablan los expertos
Nos visitará en la segunda semana del mes de marzo la abogada Tibaire Altuve, asesora legal de MiCondominio.com. Ellos han realizado numerosos encuentros con especialistas a lo largo del territorio nacional con el tema indexación y dolarización. Tendremos la posibilidad de escuchar en un encuentro corto, cuales opciones y que adelantos se han logrado en esta materia en otros condominios y comunidades del país, que podamos llevar y adaptar a nuestros espacios. Atentos por nuestras redes sociales el lugar y hora del encuentro.
Obligación de pagar en divisas
Javier Guerrero nos escribe de manera muy puntual: “estoy obligado a pagar cuotas extraordinarias en divisas ($), dicho de otra forma: la Junta de Condominio tiene la cualidad de imponer el cobro de cuotas extraordinarias en moneda extranjera. Todos los copropietarios deben pagar por igual o se debe pagar por alícuotas, es decir, el que tiene más paga más y el que tiene menos paga menos.”
La respuesta dependerá de como se tomó la decisión de esas cuotas, pero no está especificado en el correo que nos envía Javier. Si la decisión fue tomada en una Asamblea de Propietarios debidamente convocada siguiendo la Ley de Propiedad Horizontal, la respuesta es sí, usted debe pagar su cuota siguiendo los lineamientos tomados en esa Asamblea y el deber ser es la aplicación de la alícuota por cada propiedad.
Danitza Suárez Salas
@kminteligente