Hablemos de condominio:  grupos de apoyo vecinal

Hablemos de condominio:  grupos de apoyo vecinal

Ya son 126 días de aislamiento social desde que en Venezuela fuera declarada oficialmente la llegada del COVID 19, un problema que se le juntaba a la grave situación económica, social y política del país. Además, esta semana que culmina, por si no son suficientes los problemas, los vecinos han sentido en sus edificios la intensidad de dos sismos con epicentro en el estado Portuguesa, afortunadamente sin daños que lamentar.  Muchas personas se preguntan ¿Qué tipo de penitencia estamos pagando los venezolanos y cuándo terminará esto?  Se sienten ahogados y que ya no pueden más con tanto.

No tenemos respuesta, pero si podemos decirles que sentir miedo e incertidumbre es absolutamente normal y válido ante cualquiera de las situaciones mencionadas, somos humanos.  Sin embargo, es importante resaltar que no podemos controlar aquello que no está a nuestro alcance.  El COVID es una pandemia, es una situación global. El país lleva años en una crisis que requiere un cambio de sistema político y finalmente Venezuela es un país sobre una corteza con fallas sísmicas activas permanentemente.  Nada de esto está en nuestras manos directas para solucionar.

Entonces ¿qué podemos hacer?

En primer lugar, dejar de preocuparnos por lo que no podemos cambiar, pero ocuparnos de las acciones que si podemos ejecutar y que dependerán directamente de nosotros como ciudadanos. El primer espacio con el que nos involucramos es la comunidad de vecinos, luego el espacio laboral y el escolar. ¿Qué tan preparados estamos para abordar una situación de emergencia en esos espacios?   Parece increíble, pero viviendo la gran cantidad de eventos violentos y de crisis en los últimos años, aun los vecinos no se organizan, o al menos son muy pocos los que lo han hecho.

El primer paso:  El diagnóstico de la comunidad

Hay que recopilar información de nuestros vecinos. ¿Quiénes somos?, ¿Cuantos? ¿Qué profesiones y oficios existen en la comunidad? Personas de tercera edad, con discapacidad, niños, mascotas. Esta información permite conocer el capital humano con el que contamos ante una emergencia, cual es la población vulnerable, donde están los focos de atención primaria y como hay que proceder. Además, hay que evaluar la infraestructura, ¿Con que contamos?, mangueras de incendios, extintores, hidrantes, lámparas de emergencia, cerraduras sin perilla, cinta anti resbalante en escaleras, y otros elementos de seguridad en el mobiliario, llaves de paso de agua, gas, tableros eléctricos.  Accesos, puertas y ventanas clausuradas, entre otros.  ¿Qué estamos necesitando? ¿Qué hay que mejorar o cambiar? 

Segundo paso: Procesar la información del diagnóstico

Elaborar una data para su uso. Con esta información ya sabemos que tenemos y que necesitamos. Es necesario, crear grupos de trabajo, apoyo y brigadas comunitarias de acuerdo a las necesidades de la comunidad.  Distribuir entre todas las actividades es lo más idóneo, eso crea sentido de pertenencia por la comunidad, así todos se involucran en los problemas y las soluciones, además el trabajo se hace menos pesado para las Juntas de Condominio y administradores.     ¿Les ha sucedido que se necesita cerrar la llave de paso de agua del edificio y nadie sabe dónde es?  Hay que entrenar en ello a los vecinos, hay que sociabilizar el conocimiento.

Tercer paso: Ejecutar. 

Cumplidos los dos pasos anteriores el deber ser es proceder a gestionar y mejorar nuestra comunidad.  Reparar lo que este averiado, corregir las fallas, disminuir las amenazas. No solo por un eventual sismo fuerte, sino ante cualquier otra situación que pueda generar una crisis vecinal.    Es imperativo la preparación de vecinos en primeros auxilios para atención en caso de emergencias.  Recordemos que vivimos condiciones de precariedad sanitaria, no hay ambulancias y los centros asistenciales no están dotados para atender las necesidades de los ciudadanos.  Una manera de cooperar es la asistencia primaria en el sitio, esto evita que saturemos los hospitales y centros de salud.   Existe además una modalidad poco conocida pro las comunidades, y es el entrenamiento en primeros auxilios psicológicos, que ayudan a estabilizar una persona que entre en crisis por una situación determinada.

En nuestra próxima columna compartiremos de los primeros auxilios generales y psicológicos que debe manejar una comunidad de vecinos organizados para enfrentar las crisis, así como las opciones educativas en la ciudad de Mérida.

DanitzaSuárez Salas

@elkminteligente

19 julio 2020