Hablemos de condominio: Los edificios que se caen

Es muy probable que el sentimiento sea muy similar entre todos aquellos que vivimos en edificios y leímos la mañana del  día jueves 24 de junio 2021, como en la madrugada se había desplomado el edificio Champlain Tower South frente a una de las playas de Miami. Incredulidad, impotencia, dolor, son algunos de los sentimientos que abrumaron a muchos de los seres humanos que se encontraban cerca o lejos del lugar.

Mi amigo José Pujol expresaba en uno de sus escritos; No me quiero ni imaginar esa sensación de estar dormido y de repente sentir que estoy cayendo al vacío”.  En lo personal, creo que todo sucedió tan rápido,  que muchos quizás ni lograron darse cuenta de lo que pasaba. Pero estoy segura que la misma pregunta ronda la cabeza de los latinoamericanos, ¿Cómo es posible que esto suceda en un país del primer mundo?  Dónde todo funciona y son tan estrictos con la norma. ¿Qué queda para nosotros en el tercer mundo?  Y ese sentimiento desesperanzador nos invade.

¿Cuáles han sido las causas de este desplome?

Solo el tiempo dirá con certeza que ha sucedido con esta torre de apartamentos lujosos, sin embargo, han comenzado a salir a la luz pública estudios realizados en la zona durante la década de los 90 en relación al hundimiento del suelo del edificio a razón de 2mm por año, así como posteriores procesos que afectaron la estructura y cuyas evidencias han comenzado a publicarse, como lo indica un informe del año 2018. La opinión de numerosos ingenieros  en relación a que pudo desencadenar la tragedia pueden leerse en varios medios de comunicación, sin embargo la hipótesis de daños estructurales importantes en la plataforma cercana a la piscina y la corrosión motivada a la cercanía al mar cobra bastante fuerza (Revista Semana, Lunes 28/06/2021) pero en ese tema no ahondaremos.

¿Qué papel juegan los vecinos en este tipo de situaciones?

Hay  testimonios importantes a considerar en el caso del edificio en Miami, Pablo Rodríguez (en el portal de CNN en español) expresa que recibió una llamada de su madre el día anterior notificándole crujidos y sonidos extraños desde el interior del edificio. En carta de fecha 9 de abril 2021, la presidenta de la Asamblea de Propietarios  informó del deterioro creciente del edificio. Y otra propietaria (Janeth Agüero) indico a la agencia de noticias AFP que el garaje siempre permanecía en mal estado, con grietas e inundado permanentemente, el apartamento era propiedad de sus suegros. Otra residente del piso cuatro llamó momentos antes de la tragedia, a su esposo que estaba de viaje, para decirle que había un cráter cerca a la piscina y luego la comunicación se cortó. Estas son señales inequívocas de que algo estaba mal.  Sumado a diferentes manifestaciones en la estructura ya reportadas (grietas importantes, pérdidas de friso, sonidos permanentes).

Los propietarios en un edificio, son los primeros observadores e interesados que las cosas estén en orden y funcionando correctamente. Señales importantes no deben pasar desapercibidas por la seguridad de todos. Muchos de los apartamentos eran aparentemente de alquiler por días,  lo que hace que sus propietarios estén menos atentos y sean menos participativos en las reuniones de condominio.

Lo que si es cierto, es que este ejemplo nos enseña que no es un tema de estrato social, pues estos siniestros pueden suceder a todos por igual y no necesariamente ante la presencia de un fenómeno de carácter natural como un terremoto o un huracán. 

La vida es lo más importante que debemos cuidar, lo material es secundario.  ¿Cuantas veces los organismos de seguridad piden a personas o comunidades no construir en zonas de riesgo, o evacuar propiedades que se encuentran en peligro inminente y las familias se niegan a hacerlo?  Muchas veces se prefiere lo estético, la comodidad, la facilidad por encima de la seguridad.  Otros son incrédulos e indiferentes a las señales que se presentan.

Poner las barbas en remojo

Más de 55 apartamentos se vinieron abajo en segundos y una cifra superior al centenar de personas desaparecidas. Esta terrible experiencia nos enseña, que debemos estar en conciencia del estado de nuestros edificios y de la necesidad de ser precavidos y tomar en serio las señales de fallas estructurales que se nos presenten, no se trata solo de pintar, limpiar y poner bonito. Se requiere buscar la ayuda profesional de expertos para las evaluaciones pertinentes  y que los resultados no queden en papel, sino en la ejecución de los correctivos necesarios y los propietarios deben ser los primeros en velar porque esto suceda.

Las formas constructivas varían de un país a otro, pero la sensatez y el sentido común es el mismo en todas partes, seamos de países desarrollados o no.

Danitza Suárez Salas,

@kminteligente

11-07-2021