Hablemos de condominio: Toda escoba nueva barre bien

Los militares custodian las estaciones de servicio. Foto: Federico PARRA / AFP

En el argot condominial, es muy usada esta frase, para referirse a toda Junta de Condominio y prestación de servicios nuevos. Cuando un nuevo equipo asume el manejo de un edificio o comunidad trae nuevas ideas, ganas de trabajar y mucha energía, después de unos meses, si la manera como se gerencia es autoritaria, impositiva e inconsulta, el equipo se desinfla, se separa o entra en conflictos con los vecinos, existen confrontaciones y algunas llegan a ser hasta violentas. Si por el contrario la gerencia es conciliadora, empática, integral y comunicativa los resultados serán los de una gestión exitosa.

Lo fundamental aquí es entender que esto es gerencia comunitaria, que las decisiones importantes y los fondos para mantener la comunidad provienen de todos los vecinos, que no se trata de una empresa que genere ganancias, aquí la única ganancia es el bienestar social, siendo necesaria la participación e inclusión de todos los habitantes de la comunidad en la toma de decisiones y acciones posibles.

¿Cuándo consultamos?

Obviamente no se puede consultar todo y a cada momento, pues se agotará el recurso y las personas se aburren de tanta consulta. Hay decisiones ejecutivas que la Junta de Condominio y el Administrador deben tomar, como la compra de insumos, ejecutar los aumentos de ley a los trabajadores y vigilancia, contratación de suplentes de los trabajadores por diversas causas, reparaciones menores, solucionar problemas de convivencia que afecten al colectivo, son algunos de los ejemplos mas comunes.

Los asuntos de mayor responsabilidad y decisión, como el cambio de la administradora, empresa de vigilancia, costos altos en mantenimiento o reparaciones importantes, inversiones no establecidas en los gastos mensuales comunes, cuotas especiales en dólares o presentación del recibo en moneda extranjera, deben ser tomadas por la Asamblea de Propietarios. Todas esas decisiones deben ser debidamente soportadas con su acta si se trata de una Asamblea, y si es una consulta debidamente registradas.

Muchas veces, los gobiernos del condominio, a decir las Juntas de Condominio y Administradores, en aras de mejorar la comunidad, cometen errores. En sus primeros días de gobierno quieren acabar con todo lo que implique la gestión anterior, sin tomar en cuenta los contratos y acuerdos preestablecidos y la continuidad de aquello que estaba funcionando correctamente, esta es una práctica muy común que criticamos en los políticos del gobierno del país y terminamos haciendo lo mismo en nuestros condominios. Lo ideal es al comenzar diagnosticar, evaluar cada uno de los aspectos, dejar lo que funciona y mejorar lo que esté deficiente, sin agredir a nadie. Si bien es cierto que no todos estarán de acuerdo, la idea es hacer lo que sea correcto y aprobado por la mayoría.

Algunos casos residenciales

Nos han escrito varios casos al correo sobre diferencias relacionados al tema económico, Juntas de Condominio que han impuesto multas a sus vecinos sobre cuotas en dólares, cuotas especiales que no fueron usadas para el fin solicitado ni aprobadas por los propietarios, abuso de poder y decisiones unilaterales, falta de claridad y transparencias en las cuentas. Pero más allá del tema económico hay otros asuntos que también decide una comunidad entera, comentaremos en las últimas líneas un caso ambiental.

El bosque de la Floresta

Esta urbanización al sur de la ciudad de Mérida, conocida por un bosque de árboles de Cedro y Caoba, entre otras especies, atraviesa duros momentos en la decisión de tumbar algunos con más de 40 años y 30 metros de altura. Al parecer los árboles están afectando aceras y mobiliario urbano (hay el caso de una bombona de gas). La Junta Directiva ha hecho las gestiones correspondientes, sin embargo, algunos vecinos se quejan de la falta de comunicación y el encuentro de soluciones junto a la comunidad, formulando su respectiva denuncia a los organismos ambientales ante el daño a cometerse contra el patrimonio ambiental de la urbanización.

“Salvo que la vida de las personas corra peligro, este tipo de procesos se viven comunitariamente, no de forma unilateral.” expresó un vecino que prefiere el anonimato. Y efectivamente es así.

¿Qué es más importante aquí la vida de los árboles o el mobiliario de un edificio? ¿Se puede cambiar de lugar la bombona de gas, que implica, cuánto cuesta? ¿Qué vale más? ¿Por qué es importante un árbol? Estas son preguntas que como comunidad vale la pena hacerse juntos, reunirse, discutirlo, buscar soluciones y tomar decisiones en comunidad. El llamado es a la reconciliación y el encuentro en paz, escucharse y beneficiarse todos, sin caer en situaciones de confrontación innecesarias, ni cultivar enemigos. Las comunidades se nutren y crecen del dialogo y los acuerdos, ese bienestar social es invaluable.

Danitza Suárez Salas

Foto: Danitza Suárez

@elkminteligente