Homilía en la imposición de Palio Arzobispal al Arzobispo de Caracas Cardenal Baltazar Porras

HOMILÍA EN LA IMPOSICIÓN DEL PALIO ARZOBISPAL AL ARZOBISPO DE CARACAS EN LA IGLESIA PARROQUIAL SAN JUAN PABLO II, A CARGO DEL CARDENAL BALTAZAR PORRAS CARDOZO. Montalbán, martes 11 de julio de 2023.

Queridos hermanos:

Hoy, en la fiesta de San Benito Abad, uno de los patronos de la vieja Europa, nos convoca el cumplimiento de la disposición del Ceremonial de los Obispos, acerca del rito de imposición del palio que debe hacerse en forma oficial y pública, con la presencia del pueblo de Dios y con la de los obispos de las diócesis sufragáneas. La coincidencia con la asamblea ordinaria del episcopado venezolano, le confiere mayor relevancia y sentido. Además, nos permite agradecer al Papa Francisco el habernos regalado la designación de cardenal en la persona de nuestro querido hermano, Mons. Diego Rafael Padrón Sánchez, quien con sencillez y competencia ha sido un servidor fiel y prudente en las responsabilidades presbiterales y episcopales con las que ha enriquecido a lo largo de su vida a nuestra Iglesia venezolana.

Según disposición del Papa Francisco la imposición de este signo visible de los arzobispos metropolitanos debe ser conferido en la iglesia local de recipiendario e impuesto por el representante pontificio del país. En este caso, por disposición de la Secretaría de Estado, ha sido nombrado representante del Santo Padre para la imposición del palio al Arzobispo de Cumaná y Presidente de la Conferencia Episcopal, Mons. Jesús González de Zárate Salas, quien presidió el inicio de esta singular celebración.

No se trata de un simple rito, vacío de contenido y de significación. Por el contrario, es invitación a vivir en profundidad la eclesiología del Pueblo de Dios que destaca la común dignidad y misión de todos los bautizados en el ejercicio de la multiforme y ordenada riqueza de sus carismas, de su vocación, de sus ministerios. En el marco de caminar juntos, de vivir la sinodalidad como un proceso de responsabilidad compartida por todos los creyentes, se nos insinúa a pastores y pueblo fiel a ser los protagonistas y constructores de la vigencia del mensaje evangélico en el mundo de hoy.

El Papa Francisco nos recuerda que esta hermosa tradición que se repite año tras año en torno a la solemnidad de los Apóstoles Pedro y Pablo, día en el que el Santo Padre bendice y entrega los palios a los metropolitanos nombrados en el último año, para que manifiesten y compartan en el territorio concreto de su ministerio episcopal, la vivencia de ser copartícipes de la siembra del Evangelio en medio del pueblo. “En comunión con Pedro, -afirma el Papa-, los arzobispos metropolitanos están llamados a “levantarse rápidamente”, a no dormir, para ser centinelas vigilantes del rebaño y, levantados, a “pelear el buen combate”, nunca solos, sino con todo el santo Pueblo fiel de Dios. Y como buenos pastores tienen que estar delante del pueblo, en medio del pueblo y detrás del pueblo, siempre con el santo pueblo fiel de Dios, porque ellos mismos son parte del santo pueblo fiel de Dios” (homilía del 29-6-2022).

Como la oración con la que me fue impuesto este palio “sea para mí símbolo de unidad y signo de comunión con la sede Apostólica; sea vínculo de caridad y estímulo de fortaleza, a fin de que pueda obtener con la grey a mi confiada, el vestido de la inmortalidad y de la gloria”. Es, pues, una tarea a llevar a cabo entre todos, desarrollando cada día con mayor ahínco la vocación discipular y misionera en la que cada uno de nosotros tiene un rol que cumplir, amasado en la búsqueda de unidad en la diversidad para servir a todos, en primer lugar a los más pobres y excluidos, para que la paz y la fraternidad brillen, por convicción y no por imposición arbitraria de nadie. “La sinodalidad, en este contexto eclesiológico, indica la específica forma de vivir y obrar de la Iglesia Pueblo de Dios que manifiesta y realiza en concreto su ser comunión en el caminar juntos, en el reunirse en asamblea y en el participar activamente de todos sus miembros en su misión evangelizadora”.

En medio de la profunda crisis que padece nuestra sociedad venezolana, en la que está desdibujada la senda de una mejor vida para todos por el flagelo de la pobreza creciente, la carencia de libertades auténticas, de valoración y respeto de los derechos humanos, conculcados por tantas formas de opresión, huérfana de tantos seres queridos migrantes, con ansia creciente de cambios que nos permitan vivir en paz, fraternidad e igualdad, en el que renazca la esperanza creadora y alegre, esta celebración y este gesto cuasi sacramental del palio arzobispal, es invitación reiterada a ser protagonistas activos en la construcción de una sociedad más justa y fraterna. Anunciemos con acciones concretas más que con palabras la siembra de emprendimientos en los que sobresalga la actitud misericordiosa y samaritana de hacer el bien.

Encomendémonos hoy a San Benito, para quien el lema de Ora et labora, reza y trabaja, estuvo salpicado por el amor incondicional a Cristo, la acogida y hospitalidad sin barreras para todo el que se acercaba a las puertas de su monasterio para que seamos iglesia en salida, en búsqueda de la oveja perdida que anhela la mano amiga y tierna que la retorne a la vida en familia. Que María Santísima de la Visitación en cuyo templo nos cobijamos en esta mañana nos bendiga y guarde. Amén.

Caracas, 12 julio 2023