El origen de la celebración en Mérida del día de la Virgen del Rosario de Chiquinquirá, La Chinita, según tradición oral, lo encontramos en un zuliano que vino a sembrarse en Mérida, se trata del Br. Emiro Fuenmayor, papá del recordado Padre Emiro Fuenmayor quien estuvo muchos años en la Parroquia de Milla.
La celebración de la Chinita no se quedó solamente en la Misa que desde el primer momento se realizó en la Catedral de Mérida, sino que tuvo su procesión amenizada por la Banda del Maestro Francisco Ochea. La Misa se realizaba en la mañana y la procesión en la tarde.
Estas fiestas se comenzaron a celebrar aproximadamente desde el año 1950, un grupo de zulianos unieron esfuerzos para la organización de la misa, la procesión y la recaudación de recursos para el homenaje a la Chinita cada 18 de noviembre.
Entre los primeros organizadores podemos mencionar al Br. Emiro Fuenmayor quien fue el promotor y gran animador del grupo, Emiro Portillo, Luis Gonzalo Sarco, René Rivero, Isaías Prado, Simón Rodríguez y José Trinidad Barboza, todos ellos de familias zulianas que vinieron a establecerse en Mérida.
El Br. Emiro Fuenmayor se encargó de hacer la imagen de nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá en un Medallón de yeso pintado con vivos colores el cual era sacado en procesión.
En 1957, por solicitud del Padre José Ignacio Olivares de la Catedral de Mérida, la Sra. Carmen Cristina Pérez Barboza junto al Dr. Emiliano Díaz Perozo, Melesio Rojas Torres y Luisa Díaz de Montero, todos zulianos, conforman el comité organizador de la fiesta de La Chinita, relevaban al comité organizador presidido por Elio Urdaneta González quien había relevado a su vez a Emiro Fuenmayor.
El primer reto que enfrentan es la renovación del Medallón de la Chinita que se había deteriorado por el pasar de los años y de debilidad del mismo ya que fue hecho con yeso.
El Padre Olivares, buscando solución al Medallón de la Virgen, mandó a hacer en 1960, un retablo que pudiese ser sacado en procesión. Este retablo se encuentra en la Catedral en la nave izquierda, entrando, frente a la Virgen de Las Mercedes, una excelente composición del escultor de origen ecuatoriano Don Jorge Villarroel.
La pasión mariana del escultor la plasmó en un hermoso retablo que sobrepasó las dimensiones originales, una verdadera obra de arte que aún para muchos zulianos pasa por desapercibida, quizás por la falta de luz, pero es algo extraordinario ver a la Chinita sobre el Escudo del Estado Zulia con su Corona.
La idea de utilizarlo para las procesiones de La Chinita se desvanecieron por la magnitud del mismo, 2,50 metros de alto por 1,50 de ancho, sin embargo, el comité organizador continuó haciendo gestiones.
El Sr. César Barboza, Tío de Sra. Carmen Cristina, quien siempre venía a Mérida a la fiesta de La Chinita, financió la fabricación de un nuevo Medallón con la imagen de la Chinita.
Muchos hechos curiosos sucedieron en torno a esto, Carmen Cristina y su esposo fueron para Tovar para la Primera Misa del Padre Ramón Rivas, recién ordenado sacerdote. Estando en Tovar, observan un hermoso retablo de la Chinita en la Iglesia, hablan con el Párroco Padre Eustorgio Rivas quien accedió a facilitarle el retablo para que el Señor Albornoz, famoso por sus esculturas religiosas en Ejido, hiciera el Medallón de la Chinita.
Ese es el Medallón que salió en procesión cada 18 de noviembre desde ese entonces hasta la gestión como Párroco de la Catedral del Padre Luis Enrique Rojas Ruiz, el Padre Kike. El Medallón fue sustituido por una réplica de Nuestra Señora de la Chiquinquirá enviada desde Maracaibo, se trata de una réplica que unificaba la representación de la Virgen, la misma en todos lados donde se veneraba.
Freddy Criollo Villalobos
18/11/23