El gobierno del usurpador juega con la justicia, sembrando evidencias falsas y amedrentando, inventándose delitos y leyes de Maduro actúa. Y hablamos de un secuestro, no de un arresto; ya que en ningún momento se cumplió el debido proceso.
El Sebin, ente que se ha reiterado en varias ocasiones parciales y adeptos al gobierno del usurpador, y del cual se mantienen amplios registros de violaciones sistemática y generalizadas de derechos humanos; torturas, tratos crueles y humillantes, desapariciones forzados y en el caso del Concejal Albán un posible asesinato, son algunos de los crímenes que se encuentran ligados a este cuerpo de “seguridad”. Siendo estos, quienes irrumpieron en horas de la madrugada a la vivienda del diputado, golpeando y amedrentando, amenazando, arrestándo sin respetar la inmunidad parlamentaria que como diputado ostenta, sembrando armas e inventado las mismas historias de “terrorismo” que ya han usado previamente para encarcelar muchos dirigentes político, como es el caso del Diputado Juan Requesens.
La seguridad y libertad del diputado Roberto Marrero es una amenaza para el gobierno del usurpador, no como un terrorista como Reverol y Maduro se llenan las bocas diciendo, sino como un dirigente que no solo es la mano derecha del presidente interino Juan Guaidó sino que ha sido participé político del cambio junto con Leopoldo López, quién hoy también es un preso político del régimen. Esas son las maneras de la dictadura, su forma de tratar a la oposición: amenazas, violencia, mentiras para privar de libertad a quienes se le oponen. Lo que hoy fue testigo el mundo, es una situación repetitiva y generalizada con quién alcé la voz contra el régimen. Caso como el de Kelly Perfecto exdirigente del Movimiento Tupamaro, quien hoy reconoce a Juan Guaidó como el presidente interino de Venezuela; siendo una voz disidente ante el régimen de Maduro, por lo cual hoy se a visto amenazada y a sido víctima de allanamientos por solo sostener una reunión con el diputado Roberto Marrero, convirtiéndola en blanco de la policía política del usurpador por actuar de la manera correcta.
A ellos no les interesa hacer cumplir las leyes, sino imponer su propia justicia. Una justicia que no está ciega, que es parcial y que castiga a las voces disidentes, y hoy no fue sino la reiteración de este hecho, no solo con el secuestro del diputado Marrero sino con la condena de la jueza Afiuni.
Es por todos conocido el caso de la jueza, quién desde el 2009 se encuentra viviendo un calvario, un proceso penal lleno de vicios e irregulares, quién ha sufrido en carne propia la degradación de un sistema judicial en manos de este régimen. Encarcelada por orden del difunto Hugo Chávez en cadena nacional, violando la autonomía de poderes y condenándola a 30 años, pena máxima, siendo víctima de violencia de género, torturas, tratos crueles y degradantes. Y a pesar de todo lo vivido en manos del régimen, al no poder comprobar ninguno de los delitos por los que fue acusada se le vuelve a condenar por “corrupción espiritual”, un delito que ni existe ni es contemplado en las leyes venezolanas.
El gobierno del usurpador juega con la justicia, sembrando evidencias falsas y amedrentando, inventándose delitos y leyes, encarcelando a quienes no le convienen solo por ser una voz disidente. Condenando no solo a dirigentes, sino un país que vive hoy las calamidades de una gestión plagada de corruptos y perversidades. Y que hoy el mundo puede ver.
Vamos bien, vamos muy bien. El gobierno del usurpador ya no se oculta, actúa sin importar que el mundo entero lo vean tal cual es: un régimen tiránico, que no le importa la vida y seguridad de sus ciudadanos, y que hará todo lo que sea por aferrarse al poder. Vamos bien, lo estamos desenmascarando y pronto, todas las personas que este gobierno ha condenado serán libres. Prensa HA