No es para nadie ningún misterio que a medida que se agudiza la crisis del país cada vez se reportan más robos de viviendas y de las maneras menos imaginadas.
A partir de los últimos robos que se han reportado en una de las mejores zonas urbanas del municipio libertador, los habitantes han decidido tomar ciertas medidas, como estar pendiente de que los portones de seguridad se mantengan cerrados. Esta es una de las resoluciones aparentemente más sencillas. Han tratado de ponerse todos de acuerdo para que a ninguna casa le falten los controles para abrir dichos portones.
Uno de los últimos acuerdos ha sido realizar una colecta entre todas las familias para comprar unas cámaras de seguridad para la garita de entrada, aunque algunos vecinos insisten en que estos dispositivos no servirán de mucho, otros han accedido por el simple hecho de “colaborar”, ya que de alguna manera el vigilante responsable de dicho punto debe controlar la entrada de vehículos.
El otro problema que se está presentando es con los jóvenes adultos, familiares y amigos de algunos de los propietarios de la zona. Se reúnen los fines de semana aparentemente para irse de fiesta y el problema no radica en lo que están haciendo como tal, sino en que cuando se devuelven de las juergas llegan a la urbanización tocando corneta de madrugada para que les abran los portones. No conformes con causar esta molestia que despierta y altera a varios vecinos, al salir de la urbanización dejan los portones abiertos.
Aparentemente no han entendido que los portones son una manera de frenar al hampa. ¿De qué sirve un portón de seguridad si lo van a dejar abierto? Luego en caso de presentarse otro robo los habitantes van a incurrir de nuevo en echarle toda la culpa al vigilante de la garita.
Entonces se hace un llamado a la comunidad merideña a que por favor “piensen y sean conscientes” ¿De qué sirven los vigilantes y los censores de seguridad si los jóvenes fiesteros van a seguir dejando los portones abiertos? La idea es ponerse todos de acuerdo para luchar contra la inseguridad. Lamentablemente con estos comportamientos irresponsables no es mucho lo que se puede hacer.
