Por: Fortunato González Cruz…
Fabián Urbina aún no estaba inscrito en el Registro Electoral Permanente: le faltaba edad para adquirir los plenos derechos de ciudadanía, no para dar la vida por su país. Fabián Urbina nació y creció en tiempos del chavismo, sometido al discurso único, estridente, sectario y violento de la revolución bolivariana. Nació y creció en territorio aragüeño donde el gobernador milita en la extrema derecha más radical. Nació y creció en Turmero donde gobierna un alcalde chavista juzgado y sentenciado por sus conciudadanos por corrupto y por inepto. Estudió en el Instituto Universitario de Tecnología “Antonio Ricaurte” cuyas autoridades decretaron tres días de luto por su muerte. Fabián Urbina, de 17 años, resultó muerto durante las protestas suscitadas en Caracas. A las 3 de la mañana había salido de su hogar a su lucha diaria.
El mayor general Néstor Reverol, ministro de interior, justicia y paz, informó el lunes 19 de junio en relación a la muerte de Fabián Urbina, que en las investigaciones preliminares se presume el “uso indebido y desproporcionado de la fuerza” “Los efectivos que dispersaban una manifestación violenta han sido puestos a la orden de su unidad para determinar la responsabilidad individual”, añadió el ministro. Néstor Reverol, según runrunes, fue acusado por una corte federal de Brooklin, Estados Unidos, por tráfico de drogas. El ministro de la Defensa, General en jefe Vladimir Padrino López, el 27 de enero de 2015, dictó la resolución número 008610 donde se establece que ante una situación de “riesgo mortal”, el funcionario “aplicará el método del uso de la fuerza potencialmente mortal”. Quedó así, autorizado el uso de armas de fuego, sustancias químicas y armas potencialmente mortales, para controlar manifestaciones pacíficas y reuniones públicas, aunque la norma es inconstitucional porque contradice el artículo 68 de la Carta Magna. Nicolás Maduro se limitó a señalar que la muerte de Fabián Urbina era una conspiración porque habían muchas cámaras gravando la escena.
La gloriosa Fuerza Armada Bolivariana se enfrentó a Fabián Urbina y al grupo de adolescentes que protestaban en Altamira. A los aguerridos soldados de la patria no les fue suficiente su dotación de bombas lacrimógenas, de fusiles de perdigones, de tanquetas. La valentía de los muchachos, su ardoroso amor por Venezuela era muy superior, inmensamente superior a la de los supuestos herederos de las glorias de los libertadores. Y la cobardía, el pobre sentido del honor, su carácter mercenario se vio confrontado en forma dramática con el modelo de jóvenes que emulaban aquella Batalla de La Victoria, muy cerca de Turmero, que sirve de fondo al discurso patriotero.
La diputada oficialista Tania Díaz aseguró que la oposición convoca y arma a adolescentes en sus movilizaciones para que cometan «actos terroristas”. El presidente del Tribunal Supremo de Justicia, magistrado Maikel Moreno, juzgado hace años por homicidio, rechaza categóricamente la muerte del ciudadano Fabián Urbina y garantizó que los jueces harán justicia por el “uso indebido y desproporcionado de la fuerza” . La Fiscal General de la República dijo que la muerte de Fabián Urbina es un homicidio intencional. Entonces, todos son cómplices de este y de todos los crímenes sobre los que se sostiene la dictadura.
Fabián Urbina se expresaba bien en sus mensajes de twiter, instagram y facebock. Sus mensajes estaban cargados de valores, de amor por Venezuela, de sueños, de ilusiones y de esperanzas. En el último mensaje Fabián Urbina escribió: “Estoy seguro que todo valdrá la pena, ¡pronto serás de nuevo una tierra libre, donde cada uno de nosotros podremos vivir como hemos soñado!”