La Corrección Política: Crítica y Consecuencias en el Pensamiento Contemporáneo

Por Angel José Andara*

Si bien el término “corrección política” o su adjetivización “políticamente correcto” tiene diferentes referencias en cuanto a su origen, no cabe dudas que su uso cobra fuerza y popularidad después de la publicación del libro The Closing of the American Mind (El cierre de la mente americana) en el año 1987 por Allan Bloom (Indianápolis, 14 de septiembre de 1930-Chicago, 7 de octubre de 1992). Bloom fue un filósofo estadounidense, se doctoró en la Universidad de Chicago en 1955 y cursó el postdoctorado en la Universidad de Heidelberg (Alemania). Discípulo de Leo Strauss, fue profesor en las universidades de Yale, Cornell, Toronto, Tel Aviv y París.

Bloom expone una crítica de la cultura contemporánea estadounidense, argumenta que las crisis sociales y políticas de la América contemporánea son parte de una crisis intelectual más amplia: el resultado de un peligroso estrechamiento de la curiosidad y la exploración por parte de las élites universitarias. Según Bloom, la «apertura» del relativismo en la academia y la sociedad en general socava paradójicamente el pensamiento crítico y elimina el «punto de vista» que define a las culturas. Argumenta que la «apertura» y la tolerancia en lugar de fomentar un ambiente de aprendizaje genuino, han resultado en una desvalorización de las verdades objetivas y de los ideales humanísticos fomentando una educación para rechazar el prejuicio a toda costa, lo que paradójicamente ha cerrado sus mentes a las preguntas fundamentales y a la exploración del conocimiento.  En su opinión, se han implementado políticas que han socavado la calidad académica y han promovido un conformismo intelectual. A su juicio, esto ha debilitado la capacidad de los estudiantes para participar en un diálogo significativo sobre cuestiones morales y filosóficas, y ha contribuido a una crisis más amplia en la sociedad.

La corrección política se entiende como un “conjunto de normas y prácticas” que buscan evitar el uso de lenguaje o comportamientos que puedan ofender a grupos específicos, Bloom argumenta que la misma es un síntoma de la decadencia cultural que afecta a las universidades y la sociedad, donde se prioriza la igualdad y el relativismo cultural sobre el pensamiento crítico y la búsqueda de la verdad, socavando los valores fundamentales de la educación y la democracia. La corrección política ha transformado el contenido académico, favoreciendo un enfoque que evita la confrontación y el desafío intelectual. Esto ha resultado en un ambiente donde el pensamiento crítico es reemplazado por la conformidad y el miedo a ofender, creando un clima de autocensura.

Tres décadas después Jonathan Haidt, psicólogo social y profesor en la Universidad de Nueva York, ha expresado opiniones críticas sobre la corrección política y sus efectos en la sociedad contemporánea. Su análisis se centra en cómo la corrección política puede contribuir a la polarización y a la incapacidad de las personas para dialogar y comprender diferentes perspectivas. Sostiene que la aceptación de la censura como necesaria puede llevar a una pérdida de libertad y a un ambiente hostil para el debate. En su opinión, la corrección política ha fomentado un tipo de «censura blanda» que, aunque puede parecer bien intencionada, termina perjudicando a la sociedad en general.

La corrección política se ha convertido en una especie de “policía del pensamiento” que, antes de exponer la opinión, el argumento o el dato empírico, trata de evitar reacciones negativas, polarización de opiniones y la estigmatización social, entre otras reacciones. Cuantas veces ante determinado dialogo o debate se ha recibido el consejo de “hacerse el tonto” (por no usar un término más coloquial).

Axel Kaiser, Abogado, escritor, columnista, profesor universitario, en su libro, La neoinquisición: Persecución, censura y decadencia cultural en el siglo XXI (2020), argumenta que la corrección política ha dado lugar a una forma de censura y persecución cultural que él denomina «neoinquisición». Esta dinámica, según él, se manifiesta en la intolerancia hacia opiniones disidentes, donde se busca descalificar a quienes no se alinean con la narrativa dominante, lo que resulta en una atmósfera de miedo y autocensura. Considera que la corrección política representa un desafío crítico para la libertad de expresión y el debate democrático, promoviendo una cultura de intolerancia que amenaza los valores fundamentales de la civilización occidental.

La corrección política es un fenómeno complejo que no hay que sacar de la esfera del comportamiento social. Argumentado en principios de la inclusión y el respeto, ha mostrado su potencial para limitar la libertad de expresión y generar polarización en el discurso público, auspiciado por fragmentos de la sociedad civil. Esta forma de censura se manifiesta a través de la presión social para evitar el uso de lenguaje o comportamientos considerados ofensivos, lo que puede llevar a la autocensura y a la limitación de la libertad de expresión, traduciéndose en una cultura que prioriza los sentimientos sobre la racionalidad, afectando la habilidad de analizar, evaluar y formular juicios sobre información, ideas y argumentos de manera reflexiva y fundamentada, además de la calidad del debate público.

*Profesor de la Facultad de Ingeniería, ULA

Representante profesoral, Consejo Universitario ULA

Referencias:

Bloom, Allan.   The Closing of the American mind. New York, NY, Estados Unidos: Simon & Schuster, 1987.

 Lukianoff, Greg, Haidt, Jonathan. The Coddling of the American Mind: How Good Intentions and Bad Ideas Are Setting Up a Generation for Failure. Penguin Press. 2018.

Kaiser Barents-von Hohenhagen, Axel. La neoinquisición. Persecución, censura y decadencia cultural en el siglo XXI. Deusto. 2020.

03-09-2024

 

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