La emergencia humanitaria compleja de la educación

Por Germán Rodríguez Bustamante…

La Educación es un fenómeno colectivo y como tal, está regida por las normas fijadas por el grupo social. Se expresa como una necesidad de la totalidad, por ello  el Estado está obligado a determinar los medios para satisfacerla. El Estado Docente es la expresión rectora del Estado en Educación, en cumplimiento de su función indeclinable y de máximo interés como derecho humano universal y deber social fundamental, inalienable, irrenunciable y como servicio público que se materializa en las políticas educativas. Hoy día el proceso educativo está basado en parte, por el enfoque humanista democrático de Luis Beltrán Prieto Figueroa. Que tiene por finalidad crear conciencia de que el Ser humano, es el centro de la sociedad y por tanto debe formarse como un Ser democrático, capaz de contribuir para el progreso tanto individual como colectivo.

Lastimosamente en la Venezuela actual el hecho educativo atraviesa por dificultades similares a las que vive la Nación. Este régimen no entiende que la  educación es un proceso sólidamente ligado al crecimiento y desarrollo de un país. Este año 2.019 ha sido particularmente desastroso para la educación, los apagones generalizados han limitado el tiempo disponible para la formación de los estudiantes. A lo anterior se suma las limitaciones de movilidad producto de las fallas continuas y permanentes en el suministro de combustible. La diáspora general afecta a docentes, estudiantes y trabajadores a todos los niveles de la educación, situación que ha llevado a la ausencia de docentes para algunas asignaturas, en niveles escolar y bachillerato.

La deserción escolar en el 2.019 ha ido en aumento, la infraestructura educativa está destruida, la liquidación absoluta del programa de alimentación escolar, la criminalidad vecina en los planteles, y la degradación de la carrera docente en términos salariales y de beneficios sociales, son evidencias que demuestran el estado de coma que vive la educación venezolana en este momento. Tenemos a una Tiranía que hace tiempo olvidó por completo su papel como conductor de políticas sociales, para convertirse en un verdugo de la sociedad, y la educación especialmente ha sido su principal víctima, cuando esta ha sido el blanco de las más aberrantes acciones de vomito político. Es lamentable ver como la Tiranía, para sustituir a los docentes que han emigrado por razones de sobrevivencia, muchos de ellos profesionales universitarios con postgrados, utilizan individuos que pretenden ser “pedagogos” con un plan de formación exprés llamado “chamba juvenil”. Las renuncias y abandono de funciones formativas se sitúan a escala nacional sobre 35%, sin obviar que existe de facto un paro técnico, porque alrededor de 60% de los educadores se ven obligado a faltar a sus escuelas, liceos y universidades, bien sea porque carece de medios económicos para trasladarse, o porque priorizan buscar algo que pueda mitigarle sus necesidades de “alimentación”.

La desgracia de escuelas y liceos, se evidencia por la falta  pupitres, sillas o mesas para que los estudiantes puedan recibir sus clases, sumado esto a la completa destrucción de las instalaciones sanitarias y canchas deportivas, y para colmo de males la imposibilidad de recibir alimentos en los comedores. Sin duda alguna estos  factores aceleran la deserción escolar, hasta niveles que superan diariamente 70% de los niños y adolescentes que deberían asistir a tales instituciones. La presencia solo aumenta en los días en que existe comida en el plantel, aunque esta sea una cucharada de arroz o lentejas, lo cual deja al descubierto la miseria que existe en el país. Maduro y su corte de delincuentes pregonan la calidad de la educación venezolana, pero sus hijos estudian en las mejores escuelas y universidades del mundo fuera del país. Es vergonzoso ver como divulgan éxitos, que ellos no están dispuestos a compartir con sus hijos.

Al día de hoy la gran mayoría de escuelas y liceos, tanto públicos como privados terminaron su año escolar, amputando un mes de formación para los estudiantes. Sobre este hecho el ministerio no ha dicho nada, pareciera una acción impulsada desde el propio régimen para terminar de matar a la educación. Así como exigimos con premura, el cese de la usurpación y el gobierno de transición, la educación requiere con urgencia una transición especial, para nivelar los conocimientos requeridos en la formación integral de los estudiantes, a todos los niveles.

Es inaceptable que derivado de la ausencia de docentes de algunas asignaturas, al final de año se promedie la nota de estas, con la que cursaron efectivamente durante el lapso. Estamos llegando al extremo para intentar mantener escuelas, liceos y universidades abiertas con la flexibilización y relajación de los requisitos académicos mínimos. Entendemos la crisis compleja que vivimos, pero el hecho educativo debemos atenderlo con un poco más de seriedad y compromiso, si de verdad queremos recuperar nuestro amado y adorado país. La meta fundamental del cambio social es la erradicación de la inequidad y el establecimiento de una democracia igualitaria. Por consiguiente, los contenidos de la educación deben ser recreados para permitir nuevas características en la sociedad y nuevas características en la democracia, en pro de una educación de calidad. Con un régimen Tiránico como el que encarna Maduro, la educación está en terapia intensiva, castrando las posibilidades de superación de la pobreza por parte de la población. Debemos mantener la presión para el cese de la usurpación, gobierno de transición y elecciones libres. ¡¡¡No hay otro camino¡¡¡.    

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