No hay quien dude de los efectos positivos derivados de la práctica frecuente de la actividad física y el deporte. Más aún es tiempos de postpandemia, dónde quedó demostrado que el ejercicio recurrente y el deporte son la receta mágica que ayuda a recuperar y mantener la salud de sus practicantes.
Muy a pesar de esto, en nuestro planeta, todavía hay muchas personas consideradas como físicamente inactivas. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), a finales del año 2022, el indicador de actividad física cerró en 27,5% de la población mundial (72,5% restante no realiza actividad física, definida como la práctica de al menos 150 minutos de actividad moderada por semana). Y en el caso de los adolescentes, este índice se ubicó en el 19% (81% de los adolescentes son físicamente inactivos). Esto es considerado como un grave problema de salud pública.
Esta realidad es más que preocupante. La misma OMS afirmó que, de no mejorar esta situación, hacia el año 2030 se producirán en nuestro planeta más de 500 millones de nuevas enfermedades prevenibles no trasmitibles (entre las que destacan la hipertensión, depresión, entre otras), con un costo económico de tratamiento superior a los 300 mil millones de euros por año. Además, la inactividad física está asociada con el desarrollo de 40 enfermedades crónicas como el envejecimiento biológico acelerado/muerte prematura, dislipidemia arterial, el cáncer de mama, la disfunción cognitiva, entre otras.
Muy a pesar de estos preocupantes hallazgos, la actividad física y el deporte practicados con recurrencia y dirección, son fundamentales para gozar de un alto grado de bienestar. La ciencia a demostrado que estos hábitos sanos previenen 26 enfermedades crónicas, entre las que destacan enfermedades psiquiátricas (depresión, ansiedad, estrés, esquizofrenia); enfermedades neurológicas (demencia, enfermedad de Parkinson, esclerosis múltiple); enfermedades metabólicas (obesidad, hiperlipidemia, síndrome metabólico, síndrome de ovario poliquístico, diabetes tipo 2, diabetes tipo 1) entre otras, por lo que el carácter de píldora mágica que hoy se le atribuye al ejercicio físico está totalmente justificado.
Ahora bien, el panorama antes descrito motiva a las naciones a promover entre sus connacionales el hábito de la actividad física y el deporte con la frecuencia recomendada, lo cual está teniendo un impacto económico absolutamente relevante. Si observamos algunas cifras entre los practicantes activos, encontramos hallazgos como el de la tasa global promedio en horas dedicadas a la práctica del ejercicio físico, que en el caso de los hombres se ubica en 6,5 horas semanales, y las damas en 5,4 horas. Y si identificamos las naciones con mayor índice de actividad física, encontramos a los hombres de los países bajos, cuya tasa en de 12, 8 horas semanales, y las damas de origen alemán, que destinan 11, 3 horas semanales al ejercicio físico. Curiosamente, Japón aparece como el país con mayor tasa de inactividad física del mundo (34%. Fuente: © Ipsos | Global views on sport and exercise | July 2021) Detrás de estas cifras hay inversión, gasto, consumo y riqueza.
En cuanto a las preferencias de la práctica deportiva, el fitness es el deporte más practicado (20% de la población. Fuente: © Ipsos), seguido del running (19%), cycling (13%) y fútbol (10%). Curiosamente, el 38% de la población mundial que hace ejercicio no practica ningún deporte, destacando a los Estados Unidos de América, donde existe el mayor rechazo hacia la práctica de algún deporte (61% de los que se ejercitan no hacen ningún deporte).
Profundizando aún más en el asunto deportivo y revisando las agendas o fixtures de los deportes de conjunto durante el 2024 (con base en la cantidad de juegos, duración de los partidos y conversión a horas de cada disciplina), se precisa que, en este lapso, la humanidad asistirá a 4.479 días de competencia (equivalentes a 12,3 años), siendo las de mayor relevancia el softball, criquet, voleibol de playa y fútbol americano. Realmente, una cifra impresionante, con incidencias económicas sorprendentes.
Toda esta realidad de la actividad física y el deporte desemboca en una dinámica productiva y comercial que vale la pena revisar, y que no es ajena al ejercicio ni exclusiva del deportes como espectáculo. La primera, considerando la data de Statista (2024), el mercado global de bienestar (que incluye actividad física) se estima en más de 6 mil 800 millones de dólares americanos, con una proyección hacia el año 2030 de casi 8 mil 500 millones de dólares. Y si del fitness se trata, este mercado cerró el año 2022 en mil doscientos millones de dólares. De igual manera, al cierre del año 2023, el tamaño del mercado de la actividad física y el deporte se estimó en 564,7 mil millones de dólares, con una tasa de crecimiento proyectada al 2030 del 10% interanual. (Fuente: Global market insights). Y como colofón, explorando los datos de generación de ingresos de algunas ligas profesionales del planeta, conseguimos que la NFL de los Estados Unidos de América cerró el año 2023 con 20 mil millones de dólares, mientras que la NBA alcanzó ese mismo año la cifra de 10 mil millones de dólares. Estos números superan al PIB de muchas naciones del mundo. Adicionalmente, el valor de cada una de estas ligas se estima en 5,2 billones de dólares para la NFL y 86 mil millones de dólares para la NBA.
No cabe duda que el impacto sociocultural y económico del deporte es sobresaliente. Algunos expertos consideran que, como industria, el ejercicio y el deporte están entre las 10 más importantes del mundo, y se encaminan a ubicarse muy pronto entre las 5 industrias más relevantes.
Por todo lo aquí expresado, la industria de la actividad física y el deporte, cada día cobrará mayor importancia, y para los actores que en ella hacen vida, esto se traducirá en mejores oportunidades, así como en mayores desafíos en materia de políticas públicas, salud, bienestar y gestión organizacional.
PhD. Verónica Gómez
Profesora de la Facultad de Medicina de la Universidad de los Andes.
Email: veronicagr41@gmail.com
PhD. Yolmer Romero Sosa
Profesor de la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales de la Universidad de los Andes.
Email: ulayol@gmail.com
09-06-2024