El tema del domingo
Las lecturas de hoy proponen uno de los temas más fascinantes de la experiencia religiosa: el del Dios trascendente y glorioso, tremendum et fascinans. Tremendum, porque habla de santidad y de inaccesibilidad. Dios no puede ser poseído. En su presencia, los hombres sienten un temor «numinoso», como ante algo a lo que no son dignos de acercarse porque son demasiado pequeños e inadecuados. Y sin embargo fascina, porque el misterio atrae y embelesa: la criatura siente, a pesar de todo, la necesidad de acercarse. Esta experiencia «religiosa» -descrita sumariamente- no es la experiencia del hombre bíblico porque el Dios de Abraham, Isaac y Jacob, el Dios de Jesús, no se encierra en su majestuosa omnipotencia, infundiendo temor y temblor, sino que desciende para entrar en relación con el ser humano. Es Dios mismo quien se inclina para abrazar el límite humano en un abrazo de intimidad salvadora.
Ante el Santo, el hombre siente respeto, pero no miedo, porque, como dice el cántico, Dios desciende para «visitar a los que están en tinieblas y en sombra de muerte y dirigir nuestros pasos por el camino de la paz» (Lc 1,79).
El Evangelio: Lc 5,1-11
El relato sobrio y algo esquemático de la llamada de los primeros discípulos en el evangelio de Marcos se convierte, en Lucas, en un relato emocionante y denso que, por analogía con el relato de la vocación de Isaías, insiste en la percepción que el hombre tiene de sí mismo y de Dios cuando sus caminos se encuentran.
Las figuras dominantes son Jesús y Pedro, con una referencia evidente a la situación eclesial. Los discípulos de todos los tiempos están, pues, invitados a releer esta historia como una que concierne a su identidad como llamados y al fundamento mismo de su ser iglesia en el seguimiento de Cristo.
La multitud que «le apretaba para oír la palabra de Dios» a lo largo del lago de Genezaret es un signo claro del hambre de la Palabra de la que habla el profeta Amós: «He aquí que vienen días, oráculo del Señor Dios, en que enviaré hambre a la tierra: no hambre de pan ni sed de agua, sino de oír las palabras del Señor» (Am 8,11).
Esta Palabra se dirige a Simón instándole a echar las redes, tras una noche de vano trabajo. En un orden paradójico y contra toda lógica humana, ante la orden del Señor, la disposición de Pedro no es sólo un acto de respeto y disposición: «En tu palabra echaré las redes», sino que revela una actitud mucho más profunda, habiendo oído la orden, no dudó, sino que se apresuró a ejecutarla (Von Rad). Es la fe la que se arriesga, consciente de que Dios, tanto cuando habla como cuando calla, lo hace por amor, nos guía con su voz, nos educa con su silencio.
La pesca es descrita por Lucas con gran detalle, subrayando que Dios no sólo responde a las expectativas humanas, sino que las exalta. Frente al poder divino, sin embargo, Pedro pasa por la misma experiencia de Isaías y de todo hombre religioso: «¡Apártate de mí, Señor, que soy un pecador!». Aquí tenemos -una vez más- algo más que una mera calificación moral; es una percepción de insuficiencia: al pedir a Jesús que se aparte, Pedro le reconoce como santo e incomparable, radicalmente diferente de todo lo que podía conocer o imaginar.
Sin embargo, el Señor, inabarcable e indecible, elige precisamente a Pedro «el pecador» para que le pertenezca. Dios pronuncia ante él su sí definitivo, su Amén, y es sobre este Amén, sobre este sí de Dios sobre el que descansa la misión de la Iglesia: «No temas, a partir de ahora serás pescador de hombres». A partir de ese momento, el ser y el actuar de Pedro descansan exclusivamente en la acción de la gracia del Señor. Quiere decir que los hombres acuden a Dios con su debilidad, su indignidad y su pecado; piensan que no pueden lograrlo, pero justo cuando «uno se imagina que ya no es capaz de continuar el camino con Dios, porque es demasiado difícil, entonces la cercanía de Dios, la fidelidad de Dios, la fuerza de Dios se convierten en su consuelo y su socorro. Sólo entonces sabemos quién es Dios y cuál es el sentido de nuestra vida» (Bonhoeffer).
Pbro. Dr. Ramón Paredes Rz
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09-02-2025