La paradura del niño patrimonio familiar andino

Una de las tradiciones andinas que revisten especial atención, júbilo, alegría, reencuentro familiar amigable vecinal, del primero de enero al dos de febrero “Día de La Candelaria”, es sin lugar a dudas, la Paradura del Niño, que se celebra con gran regocijo en la mayoría de los pueblos de los Estados Mérida y Trujillo, de la Cordillera Andina Venezolana y en algunos hogares de descendencia andina en el interior del país, todo un Patrimonio Familiar Andino.

Es toda una fiesta hogareña, en la que los integrantes de una familia andina prepara el festejo, cumpliendo con los rituales lógicos que implican el celebrar la Paradura del Niño, como lo es, el robo de niño por un vecino, la búsqueda y traída del mismo a la vivienda de donde fue “robado”, todo en una ferviente procesión acompañada por un Conjunto de Músicos en el que predomina el violín, las maracas, cuatro o guitarra, los rezos y canticos de inédita inspiración.

En la vivienda sede de la Paradura, la familia esperan a los suyos, amigos, vecinos allegados, nombran los Padrinos, reparten velas, colocan al Niño en un pañuelo y cada Padrino toma una punta del mismo, lo pasean por toda la casa con las velas encendidas, en medio canticos, al término lo colocan de pie en el pesebre, rezan oraciones  y letanías, algunas cantadas, para luego repartir entre los asistentes, comida típica, el famoso bizcochuelo andino, dulce de lechosa o piña, vino “pasita” o similar.

Es así, que en La Parroquia, Parroquia Juan Rodríguez Suárez del Municipio Libertador del Estado Mérida, una gran familia merideña, la liderada por Doña Melania Rangel Uzcátegui, que conserva desde hace 151º años, la tradición de su pesebre con el Arco “Ofrenda al Niño Jesús” montado de frutos de la tierra, queso ahumado, pan dulce y salado azucarado, le celebran una de las más fervientes tradicionales Paraduras el Niño, amenizadas por el Conjunto “Los Legales” que llevan con ellos 25º años, cantan y rezan cuando los Padrinos paran al Niño Jesús, le pasean con velas encendidas por el interior de la vivienda, acompañados de familiares, vecinos y amigos allegados, que besan al Niño antes de depositarlo en el pesebre.

Tras el reparto del reparto del bizcochuelo, vino y dulce típico, uno de los integrantes de la Familia Rangel Uzcátegui procede a cortar los frutos y dulces que conforman el Arco “Ofrenda al Niño Jesús” del pesebre, lo distribuye entre los asistentes a la Paradura del Niño dando gracias al Niño Jesús por los favores recibidos, siga dando vida, salud, bienestar familiar a todos en general, pidiéndole además, guíe por el buen pensar y actuar, a quienes están al frente del destino de este país, logremos la Venezuela que queremos.

Indiscutiblemente, que la Paradura del Niño, del tradicional pesebre de Doña Melania Rangel Uzcátegui, la Abuela Melania y su familia, es una de las tradiciones más fervientes en esta Mérida “La Señora de Los Andes”, todo un verdadero patrimonio cultural familiar andino parroquiano merideño venezolano (Giovanni Cegarra, CNP. 2229).