La paradura del niño una fiesta de tradición andina

Tradición andina

** Música andina, cantantes, rezanderos y padrinos entonan coplas pidiendo al Niño Dios que bendiga los hogares y las familias.

La paradura del Niño Jesús es una devoción tradicional de los Andes Venezolanos. Es una fiesta que se celebra luego del nacimiento de Jesús, donde se pone de pie al niño. Se realizan después del 25 de diciembre y hasta el 2 de febrero día de La Candelaria.

Esta tradición, motivada por una promesa ofrecida al Niño Jesús o por simple adoración a la figura del santo niño, involucra un ritual que consiste en “parar” al niño del pesebre y trasladarlo en recorrido, con la participación de una o más parejas de padrinos, un rezandero, músicos, cantores, devotos e invitados.

El desarrollo de “la paradura” conlleva tradicionalmente diversos actos ceremoniales, como son el paseo, adoración y paradura del niño y brindis. En todos ellos la música juega un papel de primer orden. Los cantos, generalmente entonados a dos voces, son acompañados con instrumentos de cuerda como el violín, el cuatro y la guitarra.

El paseo y búsqueda del niño robado

Generalmente el niño Jesús es robado por algún vecino, el paseo se acompaña de cantos y velas encendidas, de esta manera se emprende la búsqueda del niño robado o perdido, y se lleva de regreso al pesebre donde se coloca de pie. El niño es paseado en pañuelos blancos y cargado por los padrinos; en este paseo la Virgen María y San José acompañan el regreso de Jesús.

La adoración

Luego del rosario cantado o rezado como bendición del hogar, los padrinos van llevando el niño a todos los invitados de la paradura para que “adoren” a Jesús, esto significa besar al niño, como símbolo de fe y amor a Dios. A partir de la “adoración”, el niño es puesto de nuevo en el pesebre, pero ya no acostado como en su nacimiento sino de pie, alrededor del pesebre se colocan las velas encendidas que iluminan la fiesta del niño.

El brindis

Al regresar del paseo y ya con el niño en su portal, los dueños de la casa, ofrecen a sus invitados una comida especial, típica de la región y con variedad de sabores. Generalmente el plato navideño que consiste en hallaca, pan de banquete, ensalada de gallina, es el preferido de los hogares merideños, para luego seguir con cuadritos de bizcochuelo acompañado de vino y leche de burra, finalmente el postre realizado con dulces criollos como el dulce de lechosa y el quesillo.

La paradura del niño una fiesta de devoción religiosa

En los hogares merideños, realizar la paradura es más que una celebración, se trata de un acto de fe y devoción católica, donde los dueños de la casa aprovechan el rito para hacer sus peticiones de salud, unión, paz, reconciliación así como la bendición del hogar.

Actualmente las paraduras son acompañadas por grupos de giros y locainas de San Benito, chimbangueles, grupos de gaitas y villancicos, esto debido a la genialidad característica del merideño en la celebración de las fiestas religiosas.

Por: Luz mar Romero