Las buenas intenciones confunden

Por: Germán Rodríguez Bustamante…

Dice el refrán que el camino del infierno está empedrado de buenas intenciones, a diferencia del camino del cielo, que se construye con buenas obras. Luego de haber transcurrido cerca de 4 meses de la solicitud formulada por la comisión nacional de primarias, el consejo nacional electoral decide proponer el apoyo técnico, logístico y legal ajustado al marco constitucional. Esta generosa asistencia o ayuda con toda seguridad está cargada de buenas intenciones, pero son ladrillos para la edificación de un camino espinoso, cuyo objetivo fundamental es desmotivar y entorpecer el proceso. Luce un poco extraña y a destiempo la respuesta dada por el CNE, con la anterior directiva se celebraron reuniones para definir los términos y el alcance de la asistencia del ente electoral. Sin embargo, no hubo respuesta, tanto silencio causa suspicacia, mucho más en este momento que surge de sombrero de mago un cronograma para la celebración de la elección primaria. En el cual el ente incorpora elementos, que pueden producir resquemores en los factores opositores que participan.

No existe duda alguna que la asistencia del CNE ofrece ventajas, pero también está llena de desventajas, que producen reservas razonables. La comisión nacional de primaria había anunciado a mediados de junio que organizarían sus comicios de forma auto gestionada ante la falta de respuesta del CNE y debido a la cercanía de la fecha. El cronograma elaborado por la comisión ha ido avanzando, obviamente con muchos inconvenientes y lagunas. Comenzando por la renuncia de integrantes de la comisión a nivel nacional y regional, adicional de las deficiencias de las estructuras requeridas para realizar el proceso primario y las indefiniciones de los pasos posteriores a la elección.

A pesas de estos peligros, la comisión viene trabajando día y noche, sorteando los obstáculos con un cronograma desde hace 10 meses, mover la fecha puede agregar sombras adicionales. Más allá de los riesgos el proceso avanza, el régimen actúa en este momento utilizando al CNE, simplemente porque olfatea los costos políticos de la primaria, no importa las cajitas, los papelitos, las casas y las matas de mango. Necesita con urgencia que la esperanza ciudadana edificada en la primaria, sea dinamitada por sus buenas intenciones. La asistencia del CNE por el momento no se ve ensuciada por la consulta aprobada por la AN sobre el Esequibo. En definitiva, las intenciones del régimen es hacer lo posible e imposible para que la primaria opositora sea un desastre.    

La intervención del nuevo poder electoral, más que una ayuda, pudiera representar una traba para el proceso. Luego de la designación de los nuevos rectores en agosto de este año, algunos voceros de oposición como sus abanderados a la primaria rechazaron los nombramientos. Especialmente el del presidente, antiguo contralor y figura cercana al chavismo, quien fue autor de las inhabilitaciones administrativas aplicadas a candidatos. Igualmente, organizaciones de la sociedad civil denunciaron que el parlamento nombró como rectores principales a personas altamente relacionadas con partidos políticos, lo cual contraria lo establecido en las leyes y pone en duda la capacidad del organismo de organizar comicios libres, justos, transparentes y equitativos.

Disponer de más centros, mejor ubicación de los mismos y la seguridad el día de la elección primaria, se enfrenta a la desconfianza del ente por su comportamiento histórico a favor del régimen, modificación a último momento de la logística, procesos electorales en paralelo y razonadas dudas sobre las inhabilitaciones de candidatos. El camino del cielo de la primaria debe pasar de las buenas intenciones a las buenas acciones de los actores involucrados. El de trabajar en generar confianza y seguridad a pesar de los desafíos planteados, para convertir a la primaria en un punto de apoyo para las elecciones del 2.024.  Existen muchas lagunas y desafíos, pero lo que sí está cada día más claro, es que la primaria es el único camino para crear confianza y esperanza. Y ese objetivo debe llevar a romper inercias.

Si las primarias son un fracaso, todos perderán en la ecuación, no habrá actor político individual que a pesar de no participar pueda salir fortalecido del evento. Los ciudadanos observan con detenimientos los acontecimientos en desarrollo, y no perdonarán los errores y las posiciones acomodadas de actores. El tren de la elección avanzará con o sin apoyo del CNE, puede haber atajos montados desde el TSJ, los actores políticos opositores en su totalidad deben estar preparados para ellos. La calculadora política debe agotar sus guarismos, los ciudadanos esperan respuestas para detener el deterioro acelerado de la calidad de vida. En caso contario la huida de la población será una estampida, mayor al colapso actual en la frontera norte de México con USA.

La construcción de consensos es necesario en la política. Consensuar es entender que las miradas de los otros nos ayudan a encontrar caminos distintos, para llegar a ideas más robustas que permitan seguir el rumbo. No se trata de comprometer valores. Se trata de un gran trabajo de diálogo, idas y vueltas y muchas negociaciones hasta encontrar esa visión equilibrada con la que todas las partes acuerdan. Entender que la diversidad puede ser una fortaleza, es entender el compromiso y la responsabilidad que los actores políticos opositores tienen en este momento. Todos sin excepción deben formar parte de la mesa amplia de dialogo político, es posible que la estrategia emergente de la oposición venezolana dinamitada o no las primarias, sea la construcción de un gran consenso para abordar con la fortaleza requerida la elección presidencial del 2.024. Y terminar de manera definitiva con esta tragedia del socialismo del siglo XXI.        

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02-10-2023