Los precios amanecieron aumentados y remarcados

Por: Alfredo Portillo…

Hoy los precios de diferentes productos (maíz, pollo, aceite para carro, bujías, papa, etc) amanecieron aumentados y remarcados. Bastaron 48  horas para que el aumento de sueldos y pensiones decretado por el Presidente Nicolás Maduro se hiciera añicos. El poder adquisitivo de hoy es menor que el que se tenía el pasado 30 de abril. La inflación sigue galopando raudamente, sin que nadie la  pueda detener.

El llamado que hiciera el Presidente Nicolás Maduro para que el pueblo se lanzara a la calle a controlar los precios de los productos, quedó en un simple llamado. La dinámica personal, familiar y laboral del común de las personas hace inviable cualquier acción contralora. La dinámica del mercado, de compra y venta, es atizada por una masa monetaria cada vez mayor. Los precios suben como  por arte de magia.

Lo que está ocurriendo hoy  es lo mismo que ocurrió hace tres meses, hace seis meses y hace nueve meses, y seguramente que ocurrirá dentro de doce meses o dentro de dos  años. Al día de hoy no se sabe cómo se manifestará en los próximos tiempos  ese infernal juego de aumento de sueldos-aumento de  precios. No se vislumbra en el horizonte una solución que ponga coto al espiral inflacionario.

La población venezolana que depende para su subsistencia de un sueldo o de una pensión luce abatida, desplomada. Ante cualquier intento por levantarse, recibe otro golpe cada vez más fuerte, que la deja, en términos boxísticos, noqueada. La solución que plantean algunos economistas contrarios a la actual política económica del gobierno venezolano, implica una serie de medidas drásticas,  que tendrían en el corto plazo consecuencias nefastas para la población asalariada y pensionada, consecuencias que pueden durar años, antes de que se vea la luz al final del túnel. ¿Qué hacer entonces?