El deterioro del poder de la moneda venezolana es inminente, debido al manejo irresponsable de la economía nacional.
En el país se evidencian dos escenarios con respecto a la sobrevivencia a la crisis humanitaria compleja por la que atravesamos. Por un lado, está ese pequeño grupo que tiene las condiciones o mecanismos alternos para contar con servicios públicos, gracias a que tienen mayo poder adquisitivo que los demás no tienen, y por el otro lado, que es la gran mayoría de los venezolanos, tienen que pasar por condiciones inhumanas para poder sobrevivir.
Los salarios son extremadamente bajos, no alcanzan para nada, ni siquiera uniendo los sueldos con los bonos que entrega el gobierno nacional, que por cierto, son dinero inorgánico que más daño le hace a la economía.
Las personas tienen que buscar otras fuentes para generar ingresos extras y poder, de alguna manera, subsistir y llevar los alimentos a sus hogares, porque el salario producto de su esfuerzo normal en su cargo en la estructura pública no es suficiente, por lo que requieren explorar otras opciones para compensar ese desequilibrio que hay entre lo que se gana y lo que se gasta diariamente. No se cuenta con recursos para satisfacer necesidades de vestido, salud, ni mucho menos para la recreación.
Otro factor de preocupación es el uso de la divisa en cualquier transacción. La economía en Mérida como en el resto del país está totalmente dolarizada, se puede observar publicados en los anaqueles de cualquier negocio de la ciudad los precios de los productos en dólares. Está circulando más está divisa que la moneda venezolana, porque el efectivo que hay alcanza solo para el pago del transporte público.
Redacción C.C.
16-07-2021
