Los sillones del Meliá

Por: Fernando Luis Egaña…

Para mí está claro que las decisiones principales que incumben a la hegemonía que impera en Venezuela, se adoptan en La Habana y se transmiten a Caracas. Pero ahora hay la sensación, en determinados ambientes, de que decisiones trascendentes se habrían tomando en el Hotel Meliá de la capital venezolana, sede del llamado “diálogo consensuado”.

De hecho, ese diálogo es también una iniciativa de La Habana, para tratar de aliviar las presiones políticas ante la negativa de realizar el revocatorio y las elecciones regionales, así como para intentar darle una mejoradita a la deteriorada imagen del régimen venezolano, tanto por motivos políticos y económicos. De manera que no poca gente cree que el destino próximo de Venezuela se podría decidir en unos sillones del Meliá.

En verdad, el destino de un país se debería decidir en consultas populares, bien electorales, bien referendarias, que fueran limpias, libres y justas. Y como no se pueden hacer elecciones o referendos todos los días, el corriente de las decisiones se debería debatir y resolver en las curules del parlamento, en los asientos de un gabinete verdadero, y en los despachos de una judicatura independiente, amén de la opinión púbica.

Nada de lo cual es posible en la Venezuela enjaulada por la hegemonía despótica y depredadora, que es dirigida, en instancia máxima, por los hermanos Castro Ruz. La charada se hace más notoria cuando se recuerda la consigna aquella de “democracia participativa y protagónica”. En los sillones del Meliá no hay mucho de eso. En realidad, nunca ha habido mucho de eso en el siglo XXI venezolano.

El absurdo es tan grotesco, que existe un poder público, la Asamblea Nacional, que conforme a la Constitución es la sede fundamental del diálogo político en Venezuela, y resulta ser que esa Asamblea ha sido neutralizada por la hegemonía, que además amenaza con disolverla y encarcelar a los más conocidos diputados opositores, y no obstante todo ello, hay que arrellanarse en los sillones del Meliá, so pena de ser considerado y tratado como un terrorista… Y por si todo esto fuera poco, el “logro electoral” es repetir las votaciones parlamentarias en Amazonas…

No hay tutía, que una mente brillante para la manipulación de la política está detrás de todo esta tramoya, cuyos resultados de seguro que le rinden beneficios al oficialismo, como sus voceros reconocen alborozados. Esa mente pertenece a un anciano que no se sienta en los sillones del Meliá, sino que elucubra sus estrategias desde una mecedora en La Habana.

flegana@gmail.com