La líder opositora también llamó este lunes a la comunidad internacional a reconocer al abanderado de la oposición, Edmundo González Urrutia, como «presidente electo» del país.

«Yo he decidido permanecer en Venezuela y acompañar la lucha desde aquí mientras que él lo hace desde afuera». Así lo dijo María Corina Machado, líder de la oposición venezolana. 

Machado también llamó este lunes a la comunidad internacional a reconocer al abanderado de la oposición, Edmundo González Urrutia, como «presidente electo» del país.

«A la comunidad internacional le hemos pedimos, y ratificamos hoy más que nunca, que proceda (con) el reconocimiento de Edmundo González Urrutia como presidente electo», dijo la exdiputada, principal valedora del líder de la Plataforma Unitaria Democrática (PUD).

A su juicio, las «presiones» y «coacciones» denunciadas por el excandidato durante su salida de Venezuela rumbo a España este fin de semana, tras una solicitud de asilo y concesión de salvoconducto por parte del Gobierno de Maduro, aumentan «la urgencia para que se proceda» a su «reconocimiento».

Machado destacó que hoy «ni un solo gobierno democrático» ha «reconocido el fraude de Nicolás Maduro», y aseguró que «las bases del (gobernante) Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), de la Fuerza Armada y de los policías», así como países «aliados al régimen», saben que González Urrutia «es el presidente electo, y lo será esté en Venezuela o en cualquier parte del mundo».

Asimismo, afirmó que, pese a la salida del líder de la PUD, cuyos detalles se darán a conocer «en su momento», la «agenda y la estrategia se mantienen», y se desarrollarán con «inteligencia, resiliencia, audacia y prudencia».

«Si algo cambia la salida de Edmundo, desde alguna perspectiva, es que puede incrementar el riesgo sobre mí, no lo sé, pero, en todo caso, yo he decidido permanecer en Venezuela y acompañar la lucha desde aquí mientras que él lo hace desde afuera», reiteró.

La opositora reiteró su llamado a la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) y a los distintos cuerpos policiales a «cumplir con su deber, que es hacer valer la soberanía popular, y no actuar violando los derechos humanos».