Mario Bonucci: “Grafitis del Rectorado buscan generar confrontación”

Este viernes 9 de agosto el Edificio Central del Rectorado de la Universidad de los Andes así como el del Palacio de Gobierno, sede de la Gobernación del estado, fueron vandalizados pintas contentivas de mensajes amenazantes en contra de las instituciones. Entre las consignas que se dedicaron a escribir y pintar resaltaban las que estaban en contra de “el bloqueo” y algunas otras en las que se podía leer: “La patria no se vende”, “Bolívar y Chávez hablan”, además de algunos mensajes amenazantes en contra de las instituciones, todas pintadas o escritas en color rojo, con lo cual profanaron estos edificios que son patrimonio arquitectónico de la ciudad y el estado.

El rector Mario Bonucci Rossini calificó estos actos como “vandálicos”, al tiempo que recordó que no es la primera vez que una situación como esta ocurre. “Durante la gestión del gobierno regional anterior pintaban el Rectorado, nunca la Gobernación, y quien en ese entonces ocupaba el cargo de gobernador nunca repudió las agresiones hacia la universidad, pero hoy, cuando han cambiado las fuerzas en el poder, la gobernación es también objeto de este atropello que no busca otra cosa que provocar la confrontación”.

A juicio del rector este tipo de acciones buscan generar caos en la ciudad para justificar acciones de represión, por lo que hace un llamado a los universitarios y a la ciudadanía en general a no caer en provocaciones, “regímenes como el que ocupa el poder en Venezuela necesitan la figura del enemigo, alguien a quien señalar como culpable de las consecuencias de sus propios errores para canalizar el odio, normalmente mediante la violencia, hacia ese supuesto enemigo que suele ser aquel que cuestiona las formas del poder”.

Finalmente, el rector señaló que el Edificio Central del Rectorado quedará con su fachada manchada por carecer de presupuesto para su reparación, “a diferencia de quienes le agreden, la ULA no tiene presupuesto para comprar pintura, pues este año sólo se ha recibido la primera quincena para gastos de funcionamiento, por eso, lamentablemente, esa es la fachada que la universidad mostrará a los visitantes”.

Vale recordar que los edificios violentados son patrimonio arquitectónico de la región, ambos, junto con la Catedral, conforman la obra patrimonial de Manuel Mujica Millán en el casco histórico de la ciudad, pero además se trata de edificaciones cargadas de simbolismo, pues ellas representan el poder en la ciudad representado en el conocimiento que emana de la universidad, el poder político y el poder religioso.

Las amenazas, debatidas una vez más en el reciente Consejo Universitario, dejan en claro los posibles y frecuentes escenarios de ataques a la academia universitaria por parte de sectores de la revolución que, consuetudinariamente, montan sus actos vandálicos y de intervención en pleno receso vacacional de agosto.

El profesor Francisco de Jongh, catedrático de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas de la ULA, se planteó una interrogante «¿Qué se puede esperar de seres iletrados? Quieren dominar con la ignorancia y la fuerza lo que jamás lograrán con méritos».

Por su parte el secretario político del Comité Ejecutivo Seccional de Acción Democrática y ex dirigente estudiantil universitario, Guido Mercado, dijo al respecto: “Basta de vandalismo. El agravio contra los edificios de la Universidad y la Gobernación por parte de afectos al régimen debe ser rechazado por todos y sumar solidaridades con el gobernador democrático y el equipo rectoral”.

El decano de la Facultad de Arquitectura ULA, Argimiro Castillo, expresó por su parte que los daños causados al patrimonio arquitectónico de la ciudad de Mérida es el regalo que afectos al régimen dejan a lo que queda de educación superior en Venezuela.

Igualmente los ciudadanos que durante la mañana de este viernes 9 de agosto cruzaron el casco histórico de la ciudad de Mérida mostraron absoluta indignación, entre ellos la señora Carmen Lobo, quien dijo sentirse erizada de piel ante este acto de delincuencia contra una universidad que «… tantos buenos hombres y mujeres formados ha dado al país…».

La dirigencia estudiantil también se acercó al Edificio del Rectorado para manifiestar su posición. En este sentido, Karen Barrera dejó claro a los sectores violentos que siempre han atentado contra la universidad que la defensa se mantendrá “Ellos saben que para este régimen dictatorial no hay más salvación. Están en sus últimos tiempos y acá estaremos firmes”.

Un indignado Francisco Bongiorno, docente de la Facultad de Ingeniería de la ULA dijo:  “… A los ojos de todos, es una gran vergüenza cómo una banda de malandros y delincuentes afectos al régimen vuelven a mancillar la universidad y este edificio que es patrimonio cultural y arquitectónico de Venezuela…”.

Estos enfoques de catedráticos, dirigentes políticos y ciudadanos se enfilan en la sólida demostración de que la ilustre Universidad de los Andes es un santuario de ideales convertida en una piedra en el zapato para el pensamiento del retraso y la violencia. Son 234 años de historia para una casa que seguirá de pie sobre portentoso cimientos.  (NE/PrensaULA/CNP 18728)