Este 9 de marzo, en la Catedral de Mérida se realizó el Jubileo de los Médicos y personal de salud. La Solemne Eucaristía fue presidida por Mons. Helizandro Terán Arzobispo Metropolitano de Mérida, concelebrada por los presbíteros José Gregorio Méndez Párroco del Sagrario Catedral y Edduar Molina Vicario de Pastoral.
El personal de salud, principalmente médicos, asistió con sus batas blancas; además, participaron en la procesión de entrada cargando la cruz del jubileo, lecturas y ofrendas, destacando la presentación de una escultura a tamaño real del primer santo venezolano, Dr. José Gregorio Hernández, el médico de los pobres.
En esta celebración, Mons. Helizandro Terán comenzó la homilía expresando que hay dos motivos de la convocatoria, el primer domingo de Cuaresma y el Jubileo de los Médicos de la ciudad.
El Arzobispo expresó su alegría por recibir en la Catedral al personal médico merideño, que, al igual que Jesús de Nazaret, pasa por el mundo haciendo el bien, ejerciendo la profesión médica, acompañando, acogiendo y curando a hombres y mujeres que llegan a sus hospitales, clínicas y ambulatorios.
Dijo que, con el correr del tiempo, aumentan en ustedes la sensibilidad, la compasión y la confianza en un Dios que les asiste para que puedan hacer el bien.
Cuando un médico está en la sala operatoria, en un consultorio o en una emergencia, allí está también el Espíritu Santo, que es el Señor y dador de vida, y codo a codo con el Espíritu, en una hermosa sinergia, dan vida y salud al enfermo; no olviden eso nunca.
El arzobispo también expresó que «sabemos muy bien la crisis sanitaria por la que atraviesa nuestro país; sabemos que es necesaria una mayor y mejor dotación de insumos médicos en nuestros hospitales y ambulatorios; también conocemos la necesidad que tiene todo el personal médico y de salud de tener una mejor contratación colectiva».
Pese a ello, ustedes dan un ejemplo valeroso de compromiso y amor a su vocación, y por eso oramos por ustedes, les apoyamos y pedimos que en nuestro país pueda reinar la auténtica justicia social que nace del evangelio de Cristo Jesús.
Finalizó el Arzobispo pidiendo a la Virgen María, por la salud de los enfermos, para que les ayude en el ejercicio de su profesión y a todos nosotros nos enseñe siempre a saber caminar detrás de su Hijo Jesús.
Prensa Arquidiócesis de Mérida
09/03/25