Son varios días en los que nuestra hermosa ciudad de Mérida estará llena de poesía porque se está desarrollando el Décimo Sexto (XVI) Festival Mundial de Poesía de Venezuela, que comenzó este jueves 13 y se extenderá hasta el 20 de octubre del presente año, en conmemoración al Bicentenario de Mi delirio sobre el Chimborazo: la obra poética de Simón Bolívar.
Durante este período un verdadero festín literario se ha preparado para los amantes del arte poético, con recitales, conversatorios, charlas y declamaciones. En fin, una serie de actividades para compartir ese gusto, amor y pasión por la poesía.
Mérida cuna de poetas
Tal vez porque somos una ciudad envuelta en neblina, con bucólicos paisajes de páramos, lagunas misteriosas, pueblecitos dormidos con techos de teja y humo saliendo de las chimeneas. Tal vez porque somos una ciudad que invita al estudio, a la meditación, a la reflexión, a la lectura y a la escritura. Tal vez por esas razones y muchas más, Mérida fue, es y será cuna de grandes poetas. Son tantos los insignes autores que han dejado su huella indeleble en las páginas de nuestra historia literaria, que tenemos derecho a sentirnos orgullosos. En esta ocasión y para hablar de poesía, decidimos contactar al profesor Ricardo Gil Otaiza, uno de los representantes más importantes del arte de la palabra con ritmo, melodía, imagen, metáfora, que está entre nosotros, siempre dispuesto a compartir sus reflexiones con los lectores de Comunicación Continua. Ricardo ha escrito hasta ahora cinco poemarios: Corriente profunda (1998), Manual del vencedor (2001), Lumen El Fuego Interior (2020), Poética del Ser y la Nada (2021) y Los adioses (2022), y su obra fecunda y prolija es imparable: “como un volcán en plena erupción”, refiere el escritor.
A.E. Profesor, háblenos por favor de su inspiración poética.
-R.G.- Mi expresión poética suele ser formulación filosófica, y en sus predios siento que muestra mis más profundos intersticios, sin que ello implique una negación de la realidad. De hecho, hay en mi producción poética erotismo, vitalismo y desgarre escatológico. Estos tres ejes articulan mi propuesta y me lanzan sin más a la conquista de este género versátil y sinuoso, que se hace al mismo tiempo una entidad autárquica.
A.E.- ¿Qué es para usted la poesía?
R.G- Para decirlo con palabras del gran Octavio Paz, y sin darle más vueltas: “la poesía es entrar en el ser”. Es decir, implica auscultar donde anidan los sentimientos (la espiritualidad) y las emociones, y que amalgamadas se hagan expresión literaria. Razón y desvarío se dan la mano en la poesía y hallan un espacio (el gineceo) en donde anida la esencia de lo humano.
A.E. Excelente y muy poética explicación de lo que es y significa la poesía, gracias profesor.
Un ramo de rosas rojas para la poesía
Las librerías son el lugar sagrado donde reposan los libros. En Mérida van quedando pocas porque la conjunción de circunstancias desfavorables, especialmente la ignominiosa crisis económica, ha ido alejando a los lectores de sus espacios y ya no tienen esa vida de años atrás cuando estaban repletas de libros y de clientes, pero aun así, hay algunas que se niegan a morir y con mucho esfuerzo y coraje mantienen sus puertas abiertas en espera de tiempos mejores.
Una de esas librerías es la Librería Temas, otrora una de las más importantes de la ciudad y del occidente del país. Eduardo Castro es un librero de larga data al que le ha tocado presenciar el declive de su librería, mas sin embargo, se emociona cuando hay celebraciones como la del Décimo Sexto (XVI) Festival Mundial de Poesía de Venezuela. Entonces Eduardo Castro compró un ramo de rosas rojas y con cariño armó un sitial de honor para exhibir a la entrada temas icónicos, libros de poesía, incluyendo Mi Delirio sobre el Chimborazo, justamente cuando este 13 de octubre se conmemoró el Bicentenario de ese poema en prosa escrito por Simón Bolívar. Al respecto, el librero explica con nostalgia y rima: “En la soledad de los arcos que adornan la librería, aun respira la poesía”.
El mundo necesita más poesía y menos crueldad
Mario Benedetti definió a la poesía como «el alma del mundo”, y aquilatando esta idea desearíamos que este tipo de eventos repercutieran en el alma de los seres humanos para que se llenen de bondad, de paz, de armonía y de sensibilidad poética, porque lo que es hermoso y luminoso puede apartar las sombras del mal que se ciernen sobre la tierra inexorablemente.
Y recuerden: de músicos, poetas y locos todos tenemos un poco, como señala el refrán, así que aprovechen la oportunidad y vayan al encuentro de la poesía. No se arrepentirán.
Redacción: Arinda Engelke. C.C.
16-10-2022