Mi paso por la escuelita Monseñor Dr. Hernández Milanés. Promoción XXXI.

Por 6 años de mi vida estudié en la U.E.E.B. Monseñor Dr. Santiago  Hernández Milanés, pasando la mayor parte de mi tiempo en las hermosas aulas de esta institución educativa. Cursé desde primer hasta   sexto grado. Sin duda una maravillosa escuelita donde pase momentos muy especiales.

Esta experiencia fue muy hermosa, porque allá conocí muchas personas y tuve amigos muy especiales en mi vida. No me arrepiento de haber estudiado allí, es una lástima que no pueda continuar estudiando ahí.

Todos mis maestros que me enseñaron y me educaron allá fueron mis segundos padres. Ellos no solo me enseñaron matemáticas, ni proyectos, también me enseñaron de valores, siempre reforzándome la importancia  del respeto, la puntualidad, la responsabilidad, la empatía y muchos otros, que nos hacen ser mejores personas.

Quiero agradecer a las maestras tan especiales en mi vida: en primer grado la profesora Alba quien junto a la profesora Zenaida me ayudaron con mucha ternura a adaptarme en esta escuela que me parecía inmensa y era desconocida para mí. En segundo grado conocí  a las profesoras Andreina y María Elena quienes continuaron con paciencia y cariño este proceso de enseñanza. En tercer grado a la profesora Andreina nuevamente nos acompañó y nos enseñó tantas cosas interesantes. En cuatro grado la profesora Cira nos guió de una manera totalmente desconocida, porque ese año estuvimos en pandemia y no sabíamos cómo trabajar desde casa, pero ella como es tan inteligente supo cómo enseñarnos sin estar cerquita de nosotros. Luego en quinto grado volvimos a las aulas con la profesora María Elena que nos estaba esperando muy ansiosa. Y  nuevamente nos encontramos en sexto grado con la profe Cira para prepararnos muy bien para comenzar el bachillerato.

El profe Alveiro, siempre me dio la oportunidad de practicar el futbol, que es mi deporte favorito, él me enseñó bastante nuevas técnicas que estoy seguro que me van a servir siempre. Los directores Miguel y Zenaida, llevando muy bien la escuela, tratando con mucho cariño a todos los niños, maestros, personal obrero y administrativo.

Quiero también agradecer a las señoras que siempre estuvieron en la puerta, abriendo para que nosotros entremos y cuidándonos cuando salíamos. Ellas son parte muy importante en la escuelita porque son quienes cuidan de todos. También al personal que nos preparó los alimentos por tantos años, en medio de tantas necesidades, que Dios los bendiga.

La profesora que más marcó mi vida en la escuelita fue Cira Lanten, fue mi segunda madre y siempre la recordaré porque se empeñó con el alma en enseñarnos y prepararnos para enfrentarnos a otro mundo diferente, el de la vida en el liceo. La quiero mucho y siempre la voy a llevar en mi corazón.

Mis amigos, mi compañeros de estudio, mis compinches, les deseo muchos éxitos en la vida, le pido a Dios que todos seamos profesionales, que eso que dijimos al presentar nuestro último proyecto, se nos haga realidad. Eso de ser abogados, futbolistas, ingenieros, médicos, bomberos, y otras profesiones que con mucho esfuerzo y estudiando mucho lo vamos a lograr.

Estoy muy orgulloso de ser integrante de la XXXI Promoción de estudiantes de esta gran escuela. En esa escuela también estudió mi mamá y mi hermano. Es una escuela que guarda muchas historias, muchas alegrías y también tristezas, muchas emociones y muchas cosas buenas.

Qué alegría ser parte de la familia Hernández Milanés.

Marco Antonio Sosa Villamizar

Estudiante de 6to grado. U.E. Monseñor Santiago Hernández Milanés. Mérida.

16-07-2023 (79)